El grupo municipal del BNG en A Estrada criticó ayer el estado de deterioro en el que se encuentran varias calles y otras infraestructuras en el centro urbano del municipio. Además, condena la falta de actuación del gobierno local ante esta situación de desperfectos.

El BNG denuncia el estado de algunas vías como en la Rúa 56, que une la rotonda de la Rúa Losada Diéguez con la Praza de Galicia. Según afirma el partido, esta presenta un pavimento lleno de irregularidades que perturba la circulación de automóviles. Asimismo, destaca la urgencia de la reparación de esta vía por ser una de las conexiones de A Estrada con Santiago de Compostela y por la que muchos vehículos acceden a la villa. Situación similar afecta, remarca el Bloque, a la Rúa 25 de Xullo, especialmente, en su tramo final y en su cruce con la Avenida de Leicures.

Además del mal estado del firme, las aceras también son objeto de denuncia. La portavoz nacionalista, Susana Camba, critica el estado de estas en la Rúa do Muíño. "En ella, el abandono es tan evidente que parece incluso una burla definirla como parte del entramado urbano", comenta. A lo que añade que "lo que el gobierno entiende por urbanismo, desde luego no coincide con lo que el BNG considera que debe ser un casco urbano definido para la comodidad de los vecinos y vecinas".

Asimismo, la edil urge la mejora y mantenimiento de algunas infraestructuras. Insiste en que algunos ornamentos como los árboles de la Praza da Feira necesitan ser repuestos o extraídos -debido a que estos están secos desde hace meses- o que las horas de iluminación de las farolas deben gestionarse de otro modo. "Las farolas de la iluminación pública permanecen encendidas toda una mañana, cuando hay calles en las que se apagan por la noche", incide.

Por último, recuerda al gobierno de López Campos que estas medidas se deben llevar a cabo no solo para los vecinos de A Estrada, sino para evitar que los visitantes que llegan al municipio en el período estival se queden con una imagen de infraestructuras deficitarias y antiestéticas de la capital estradense. Concluye con que la villa precisa mantenimiento y mejoras continuas que hagan más vivible y atractiva.