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La campaña se cierra mañana en los cotos salmoneros del Ulla

Los pescadores afrontan el tramo final de la peor temporada de salmón de los últimos años

Desde el 1 de mayo solo se lograron 12 peces dentro de un cupo, ya reducido este año, de 50 - Apuntan que no existen razones claras para estos resultados - El río ofreció buenas condiciones, pero el salmón no se dejó ver

El primer ejemplar salido este año de las aguas del Ulla se pescó en Ximdonde. // Bernabé/Cris M.V.

Los aficionados a la pesca del salmón apuran las últimas horas de la campaña. La temporada no ha brindado en los cotos salmoneros que ofrece el ría Ulla muchas alegrías. Y es que, a falta de dos jornadas de pesca -la de hoy y la de mañana- para intentar llevar a la sacadera una de estas codiciadas piezas, estas caudalosas aguas han regalado a los pescadores solo 12 ejemplares. La cifra dibuja una de las peores campañas de pesca de salmón de los últimos años, situándose muy lejos de alcanzar un cupo que ya se vio en este 2019 reducido a 50 de estos afamados peces.

Expertos en este ámbito como Salva Ortega, responsable de la publicación especializada Ás orillas do Ulla (www.asorillasdoulla.es) no encuentran una explicación concisa para la mala temporada que se vivió en los cotos estradenses. "No hay un motivo", reconoció, señalando seguidamente que las aguas no presentan focos de contaminación potentes en comparación con otros años y que el río, aunque "tirando a bajo" ofreció unas buenas condiciones a los pescadores. Reconoció, no obstante, que los meses de invierno no registraron grandes crecidas del cauce, una cuestión que suele favorecer a la pesca del "rey del río", al menos al inicio de la campaña.

Los aficionados a esta pesca se decantan por creer que el bajo nivel de capturas se debe "a un cúmulo de circunstancias". Ortega puso el acento en que las repoblaciones efectuadas en los últimos años demostraron tener un impacto positivo, posibilitando la recuperación de capturas tras años en los que no salía del Ulla ni un solo ejemplar. Incidió en que cauces como el Bidasoa están demostrando la efectividad de estas medidas. En este sentido, este experto subrayó que, tras años sin salmones, estas aguas registran entradas de entre 400 y 500 salmones por año, si bien remarcó que las repoblaciones que se efectúan se cifran en la suelta de unos 200.000 alevines.

Aunque apuntan que no se aprecia contaminación, indican que el río se ve oscuro, cuestión que dificulta el avistamiento de salmones. En todo caso, inciden quienes tentan a este apreciado ejemplar en los puestos de los cotos salmoneros del Ulla que este año el salmón no se dejó ver cómo si hizo en campañas anteriores en las que, pese a que el volumen de capturas fue bajo, sí se podían divisar salmones en el río.

La docena de salmones pescados en el Ulla desde el arranque de la temporada el pasado 1 de mayo -a falta de que esta cifra pueda incrementarse hoy o mañana- se sitúa por debajo de las ya de por sí bajas capturas del año pasado -la temporada se cerró con 16 ejemplares- o de 2017, con 17 plateados. Por el contrario, el 2016 fue un buen año para la pesca de esta especie en el Ulla, cerrándose la temporada antes de lo previsto por completarse el cupo autorizado de 60 piezas.

Una vez cerrada, mañana, de manera oficial la temporada de pesca de salmón en los cotos del río Ulla, todas estas zonas se pasarán a la práctica de pesca sin muerte, cerrándose definitivamente la campaña en los cotos de este cauce fluvial el próximo 30 de septiembre. Esta temporada los cotos de Sinde, Pontevea, Santeles y Ximonde se abrieron para la pesca con muerte y los de Couso y Gres-Deza para la pesca sin muerte. En el coto estradense de Couso volvió a autorizarse una zona de entrenamiento de lance.

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