El enclave histórico de Os Pendellos no toman ni un solo respiro en la época estival, ya que son muchas las actividades que albergan. Estos días se celebra la segunda edición del Campo de Traballo Pendellos de Agolada que congrega a 13 participantes, de entre 18 y 30 años, de toda España, Italia, Rusia y Ucrania. De temática social y artística pondrá en valor el encuentro intergeneracional y de creación artística comunitaria en espacios singulares en el ámbito rural y durante el Festival Internacional de Percusión.
Dos ucranianas, dos rusas y una italiana comparten experiencia en la villa agoladesa con españoles llegados desde Cantabria, Valencia, Murcia, Madrid, País Vasco y también participan dos gallegas. La mitad de ellos tocan algún que otro instrumento. Es la primera vez que asisten a esta iniciativa en Os Pendellos. "Podrían repetir, pero en este tipo de actividades la gente quiere conocer otro tipo de experiencias", explica Ánxela González, una de las monitoras, que coordina la iniciativa junto a otros tres. Además, contarán con tres voluntarios, vecinos de la localidad.
Mario Rojo, de 29 años, llega desde Murcia y trabaja en una empresa familiar. Para él es la duodécima vez que participa en un campo de trabajo. Con él viajaron hasta Agolada tres instrumentos curiosos: un darbuka, un cazú carnavalero y una armónica. "Agolada, así la primera impresión, me parece un pueblo muy acogedor", indica Rojo.
A diferencia de la gran experiencia del anterior participante, para la vasca Ane Llona es la primera vez que disfrutará de una iniciativa así. Ella estudió Antropología y este año ha trabajado de profesora y en una ONG. "Estaba apuntada por el gobierno vasco y llevaba como tres años anotada en los sorteos que se realizan y no me tocaba nunca y este fue el que más me llamó la atención y además, me animó que haya gente de distintos países porque es interesante", afirma. Ella sabe tocar el acordeón y con respecto a la localidad destaca su tranquilidad.
La madrileña Paula Ybarra está estudiando un doble grado de Turismo y Comercio y al igual que Ane es su primera experiencia en un campo de voluntariado. Confiesa que esperaba que Agolada fuese un lugar más pequeño. "Pero me sorprendió mucho, es muy bonito y la gente muy simpática y no pensaba que hubiera tanta gente extranjera en esta iniciativa". Destaca para bien que el colegio, en dónde se alojan, esté al lado de las piscinas municipales.
Lisa Ferrari, que estudia Ingeniería Medioambiental, llega desde Italia y de la villa afirma que le gusta Os Pendellos porque son muy bonitos y no es la primera vez que visita España, ya que estuvo en Lanzarote, pero será la primera vez que disfrutará de un campo de trabajo.
Desde Rusia llega Tanya Koryaeva que destaca que le sorprende que haya casas pequeñas porque está acostumbrada a los rascacielos de Moscú. Toca la guitarra y le encanta cantar y señala que supo de esta iniciativa porque le avisó una compañera que también participa.
Los campos de trabajo no son una novedad para el cántabro Santi Lastra, pero sí en esta modalidad de festival y confiesa que: "me gustan los espectáculos, la música y conocer un poco de Galicia", y cuenta que sabe bailar y toca algún que otro instrumento. De Agolada opina que le parece un pueblo "bonito, pequeño y con muchas variedad de cosas". Él ya participó también en otros campos internacionales y valora que es enriquecedor cuando se mezclan distintas culturas.
En cuanto a la programación, los ensayos serán por las mañanas y habrá conciertos a las 22:00 horas. "Son interacciones, dinámicas y juegos teatrales, arte del movimiento, danzas varias... y lo que hace el equipo artístico es configurar un espectáculo y al juntar participantes extranjeros, con españoles, con gente mayor da como resultado un grupo muy heterogéneo que nos permitirá crear algo con una calidad artística muy buena", asegura González.
