Seis fueron las modificaciones de crédito que se abordaron en tres horas que duró el pleno extraordinario ayer en Lalín. Sin embargo, tras los desacuerdos de la oposición, se llegó a una unanimidad en la votación de cinco de los temas, mientras que la oposición decidió abstenerse en la modificación que afecta a la puesta en marcha del Plan Concilia. El alcalde, José Crespo, aprovechó para comunicar que hay más de 300 facturas sin pagar y que suponen unos 1,5 millones de euros.

Las mejoras en la guardería del Pontiñas, por un valor de 45.980 euros, para acondicionar el aula que dará cabida a los 13 niños en lista de espera de 1 a 2 años fue el tema que generó mas debate, concretamente una hora. Hubo quien reprochó que se enterasen por la prensa de la actuación que se va a acometer que consiste en la dotación de mobiliario, la habilitación de un baño o medidas estéticas y de mejoras.

Francisco Vilariño acusó a los populares de "sectarios" preguntándoles: "Por qué el partido popular en el parlamento gallego les negó a los padres y madres de este concello a tener esa cobertura, porque es evidente que vosotros les disteis la orden de que al Concello de Lalín, ni agua y no estabais castigando al gobierno de Lalín, sino a los padres" y exigió que consigan que se amplie el horario de la guardería del polígono. El socialista Cristóbal Fernández también cuestionó este aspecto. "Hacer que Lalín estuviese cuatro años sin este servicio es demoledor y quedará para la historia".

"Ustedes tenían que haber acometido unas obras que se acordó por una unanimidad en este salón de plenos, incluso desde el grupo popular se les indicó la forma de hacerlo compensando las liquidaciones con cargo al Consorcio, pero hicieron oídos sordos y ahora se extrañan que en un mes que estamos nosotros ya se hicieran esos trámites", indicó la teniente de alcalde, Paz Pérez.

Crespo también les reprochó. "No hicieron los presupuestos de los últimos años porque no quisieron, porque el del 2017 lo aprobaron con una moción de confianza y pudieron haberlos aprobados con un mes de retraso, aunque nosotros lo echásemos abajo en el pleno" y apunta a que "tener este concello sin presupuesto dos años da como resultado que tengamos que andar con las modificaciones de crédito y todas las que quedan". Anunció que pretende tener el presupuesto de 2019 cuanto antes para aprobarlo.

El alcalde confiesa que visitó las guarderías y considera que "dan auténtico asco y están totalmente abandonadas y le pedí a la conselleira que viniese a verlas para que supiera que era algo urgente". Reprocha las afirmaciones de Vilariño, a quien acusa de "faltar a la verdad" y considera que no puede tener una buena relación con Política Social "porque es la Consellería que tiene que dar el visto bueno para las actuaciones, pero no puede ser buena si cuando terminó la legislatura no les habíais remitido la liquidación de 2018, ustedes le debían a la Consellería 112.500 euros que cuando nos dirigimos al Consorcio nos dijeron que primero pagásemos, como así lo hicimos".

El regidor también discute la gestión del portavoz del BNG. "Usted se dedicaba a gastar el dinero, era el rey en este aspecto, mientras que Compromiso era diferente, porque tenía que solucionar la parte administrativa". El alcalde mencionó que había 1,5 millones de euros de facturas sin pagar. Concretamente, el gobierno asegura que hay 323 facturas sin aprobar ni pagar (1,537.162 euros), de ellas 236 registradas con anterioridad al cambio de gobierno y 87 que llegaron después, "pero que no son 530.000 euros como anunciaran en el traspaso de poderes".