Si los vecinos de Escuadro, en Silleda, decidieron días atrás encargarse del desbroce de las pistas municipales los de Paradela, en la parroquia de Martixe, hicieron realidad un área de descanso en el acceso a la zona. Para ello, recuperaron del olvido y de la maleza terrenos que habían quedado clasificados como masa común en la concentración parcelaria. Las fincas estaban cubiertas de hiedras y zarzas así que, tras una buena sesión de desbroce con maquinaria propia, los vecinos encontraron incluso reliquias como tejas quemadas del antiguo horno que da nombre al lugar.
Los trabajos comenzaron el pasado 29 de abril y quedaron rematados a principios de junio. Una ve retirada la maleza ( las tejas están guardadas bajo lona), los promotores decidieron sembrar césped y dotar a esta área recreativa de bancos y mesas, para disfrute de los usuarios. Así que bajaron piedras del monte, alguna de dimensiones considerables, que ahora servirán para colocar el mantel para cualquier comida campestre y, por qué no, para presumir de que Martixe también tiene su mejor banco del mundo.
Tras la puesta a punto, el fin de semana los vecinos inauguraron esta área recreativa, con la bendición del padre saletino José Katanga. Adelantan que se encargarán de su mantenimiento y puesta a punto para que los terrenos donde antaño funcionó O Forniño no vuelvan a quedar en el olvido. La zona cuanta con algunos árboles de sombra, como un par de laureles en dos extremos de la zona. Los vecinos quieren plantar también olivos para disponer de más árboles y así embellecer también este enclave.
Los trabajos de puesta a punto de esta nueva zona de esparcimiento en la entrada de Paradela tuvieron un gasto cercano a los 1.000 euros y no contó con ningún tipo de subvención pública. Tan pronto como los promotores decidieron recuperar este terreno para uso y disfrute tanto de los residentes como de turistas, contaron con el respaldo de los demás vecinos de este entorno.
