El Consello Consultivo de Galicia espalda la resolución del Concello de Lalín en la que desestima la petición de indemnización de 21.155 euros que solicita una mujer por los daños sufridos tras caer en la puerta de entrada al Pazo de Liñares en noviembre de 2016. La mujer indica que el escalón de entrada supone un riesgo para los visitantes, porque tiene una tabica inicial exterior de 7,5 centímetros de altura y que no existe ni un pasamanos ni ninguna advertencia sobre la altura de la tabica interior, que llega a 26 centímetros. En este sentido, el arquitecto municipal replica que la normativa estatal y autonómica obligan a que la restauración de elementos históricos, como este pazo, debe respetar su forma y composición original, de modo que no pueden alterarse puertas, ventanas ni fachadas. Es más, el desnivel que hay en el acceso se mantiene porque es el original, y el escalón de esa puerta siempre sirvió para evitar las filtraciones de agua de lluvia la interior del inmueble, puesto que éste está en un nivel inferior respecto al jardín delantero.
