El Folk de Raíz arrancó en la noche del jueves con una velada familiar y de confraternidad entre los músicos participantes y los espectadores. Dentro de lo previsto, según informaron fuentes de la Asociación Cultural Regatos, no hubo mucha gente y fue una cita "muy familiar".

Desde la comisión se buscaba que la primera noche del festival fuese más sencilla y próxima al público, que no fue muy numeroso por seguirle una jornada laboral. Este año la comisión, integrada por miembros que repiten y nuevos nombres, cuenta con José Rafael Tato, Manuel Ángel Ferreiro, Alberto Bermúdez, María Corral, Daniel Abalo, Adrián Bermúdez, Rocío Bravo, Miguel Gañete, Silvia Taboada, Emilia Silva, Mari Carmen Rodríguez, Martín Dono y Lara Dono.

Las diferentes agrupaciones actuaron en un escenario pequeño y bajo, cerca de la barra de la organización, para favorecer la cercanía con la audiencia. "Esta pensado para la gente, fue muy animado y participativo", subrayaron desde Regatos. De este modo, tocaron y compartieron los instrumentos con la gente que estaba disfrutando del festival.

Dio comienzo con Os Sin Son, durante alrededor de una hora. Les siguió el grupo anfitrión Regatos. Durante hora y media sus integrantes dieron rienda suelta a sus instrumentos -tres gaitas, flauta de bico, acordeón, guitarra, pandeiro, pandereta, tamboril y bombo-con un repertorio de piezas populares adaptadas pero que también tiene otras propias como el Vals para Silvia o el Pasodobre de Callobre. Tanto Nos Ten, originarios de Redondela y Xinzo de Limia, despidieron la noche con tres horas de actuación.

También hubo en la velada del jueves una referencia a la figura de Manuel García Barros, oriundo de la parroquia al que el Folk de Raíz rendía tributo este año. De hecho, ayer, al cierre de esta edición se aguardaba el inicio de la segunda velada con el grupo trasdezano Xirandola, Treixadura, Sés y Pan de Capazo además del homenaje a Ken Keirades, contando con la participación de representantes de su familia como broche de oro al festival.