No son la principal fuente de ingresos de los concellos, pero el dinero que dejan en impuestos instalaciones como parques eólicos, embalses, centrales eléctricas, puertos, aeropuertos o autopistas y túneles de peaje representan una importante vía de financiación para las administraciones municipales. Los denominados Bienes Inmuebles de Características Especiales (BICES) tributan en el territorio en el que están asentados y en el caso de la comarca dezana las infraestructuras que pagan son los parques eólicos, minicentrales, embalses o la AP-53. En los últimos cinco años, los seis ayuntamientos dezanos ingresaron mediante este impuesto directo algo más de 7 millones de euros.
Lalín es, claramente, el concello más beneficiado por el funcionamiento de estas infraestructuras, mientras que en el extremo opuesto aparece Dozón. Según los datos aportados por los concellos, en algunos casos, y en otros los que divulgados recientemente por el Ministerio de Hacienda, la liquidación presupuestaria del pasado año se cerró con casi 1,2 millones de ingresos. Esta cantidad se desglosa del siguiente modo: Lalín (456.568 euros), Silleda (276.239), Vila de Cruces (139.758), Rodeiro (198.910), Agolada (76.000) y en Dozón fueron 42.210 euros. La recaudación en los últimos cinco años fue muy semejante y los montantes totales se movieron siempre entre el millón y los 1,2 millones. Fue en 2013 cuando se logró el pico máximo de ingresos, sobre todo porque a la administración municipal lalinense llegaron 813.000 euros por los BICES. A partir de ahí las liquidaciones anuales rondan casi siempre los 460.000 euros. Otro salto importante en el volumen recaudatorio se da en el municipio de Rodeiro, que pasó de disponer menos de 119.000 euros hace ahora seis años a liquidar el pasado curso cerca de 200.000. Si sumamos los ingresos de los últimos cinco años, Lalín aglutina gran parte del volumen total de fondos, con 3,1 millones. A las arcas municipales de Silleda llegaron 1,5 millones y 801.000 a las cruceñas. Por encima de esta cuantía está Rodeiro, con 953.000 euros. Cabe recordar que si Lalín es un municipio en el negocio del viento tiene una notable presencia, lo mismo acontece con la capital de Camba, donde funcionan varios parques eólicos. En la cabecera comarcal, además, y a iniciativa municipal, se puso en marcha un Parque Eólico Singular (PES), cuya gestión fue externalizada y donde la concesionaria entrega al Concello un porcentaje de su facturación. En Agolada los fondos ascienden a casi 423.000 euros y a 272.000 en el caso de Dozón.
En el incremento de los ingresos para los ayuntamientos españoles fue clave una sentencia del Tribunal Supremo que, en 2007, dio la razón a la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp), cuando el regidor lalinense, José Crespo, presidía esta institución. El alto tribunal estimó su recurso contra el decreto de la Ley de Catastro, lo que permitía a los ayuntamientos aplicar a los parques eólicos un tipo impositivo del 1,3% como mínimo, en vez del 0,4 vigente.
