El Museo do Pobo Estradense que lleva el nombre de Manuel Reimóndez Portela afronta actualmente una limpieza en profundidad, después de las obras de reforma que acogió meses atrás estas instalaciones municipales. El Concello de A Estrada planifica la reapertura, si bien el edil de Cultura, Juan Constenla, precisó ayer que será necesario realizar alguna labor de pintado en el interior de estas dependencias y encarar todo el trabajo de reorganización de los fondos.

El también primer teniente de alcalde subrayó que está en la intención del gobierno local reabrir este servicio para que A Estrada pueda recuperar, tras años de cierre, su museo. "La obra que había que hacer se acometió", incidió Constenla, sin dejar de reconocer los problemas para la contratación que todavía padece la administración municipal. Apuntó, no obstante, que se buscará la fórmula para poder reabrir el museo, incidiendo en que el deseo del ejecutivo local es que esta recuperación de la actividad tenga vocación de continuidad.

El Concello no se marca todavía una fecha concreta para la reapertura. El titular estradense de Cultura puso el acento en que, una vez concluida la limpieza y efectuado el pintado donde corresponda, habrá que aguardar a que los fondos estén nuevamente organizados y dispuestos en las distintas estancias del museo para, después, poder fijarse un horizonte para abrir nuevamente al público las puertas de unas instalaciones que -a buen seguro- volverán a estar cerradas en plena campaña estival, la de mayor concentración de visitas turísticas.

El Museo do Pobo Estradense lleva ya una década cerrado. A finales de 2011, estas instalaciones llevaban ya más de dos años cerradas a causa de una serie de obras que permitieron la construcción de una galería perimetral en su nave principal. Cuando los trabajos concluyeron comenzó a pensarse en la reapertura.

La cubierta

Sin embargo, a finales de 2018 se emprendió una nueva actuación, de gran calado, centrada principalmente en la cubierta del inmueble, antiguo matadero comarcal. La última reforma se encajó en el Plan Concellos de la Diputación de Pontevedra y se le reservó un presupuesto de 130.000 euros. La obra supuso cambiar la estructura de este tejado diseñada en la década de los 90. En ese momento se construyó una cubierta de madera anclada en la pared. La humedad hizo mella en la estructura durante estos años y terminó desplazando la cubierta. Con la reforma que se programó recientemente se sustituyó el elemento actual por una nueva estructura de madera de abeto laminado. Este sistema llevará una ventilación en las juntas de encuentro para que la humedad no la deteriore. Además, la estructura queda sostenida por unos pernos, a fin de ganar en ventilación. Se realizaron también otras actuaciones de mejora en la fechada y en el sistema eléctrico.