Vila de Cruces tendrá un gobierno formado por los tres ediles de Xuntos Polo Noso Concello y uno del PSOE en una corporación de 13 miembros. El bipartito presidido por Luis Taboada, con la edil socialista Carmen Silva como su número dos, gestionará la administración en minoría al cerrar el BNG definitivamente la puerta a sumarse a un posible tripartito con sus tres representantes. Más que un portazo de la formación liderada por Álex Fiúza, los nacionalistas sostienen que la persona a la que apoyaron en la investidura como alcalde nunca quiso contar con ellos al tener ya un acuerdo previo con la representante del PSOE.

Fiúza, junto a sus compañeras Beatriz Gómez y Carlota Salgado, además del responsable comarcal del BNG, Roberto Vilameá, contrapuso la "seriedad" de su agrupación en las reuniones con las fuerzas que ostentarán la Alcaldía frente al papel jugado por Xuntos y por PSOE. De hecho, en su comparecencia de ayer se indicó que los asuntos que se trataban en las reuniones eran prácticamente reventados en los siguientes encuentros; es decir, no existía un interés real por acoger al BNG en el ejecutivo a tres. Fiúza destacó que su partido fue flexible en el reparto de delegaciones y si exigió Cultura, Medio Ambiente, Medio Rural y obras en las parroquias, Benestar, Educación y Sanidade fue, primero por entender que desde estas áreas podía poner en práctica sus políticas transformadoras contra las "continuistas" del anterior ejecutivo popular. y apuntó que incluso aceptó que Economía, Facenda, Patrimonio y Turismo fuesen para Silva. A su juicio, ninguna de las dos fuerzas del futuro bipartito hizo una lectura correcta del resultado de las urnas, pues lo razonable sería que el gobierno estuviese formado por Xuntos y BNG con el apoyo del PSOE.

Los nacionalistas concretaron que antes de la toma de posesión de Taboada hubo dos reuniones con Xuntos y otras tantas con PSOE y una con la presencia de los tres. Y desde que Taboada tomó el bastón de mando se produjeron tres encuentros con las tres fuerzas y finalmente uno en el que Fiúza se citó con el alcalde para tratar de desatascar una situación que ya veían venir al ver la inflexibilidad y el enrocamiento de Taboada, con el visto bueno de los socialistas. "En las reuniones se daba un paso adelante y otro para atrás", subrayó Salgado, quien apostilló que Silva "conocía mejor el pacto" pues acabó con amarrado la tenencia de Alcaldía que debería, en lógica consideración, ser para ellos Tampoco hubo interés por refrendar lo que suponía que Xuntos y BNG estuviesen al frente del Concello dos años cada uno.

De posible socio de gobierno a tener a los nacionalistas en la oposición, Taboada recibió las primeras pullas por parte de los nacionalistas, quienes recordaron que fue una persona "vinculada durante todo el mandato de Jesús Otero a las obras públicas del concello, que ahora no podremos fiscalizar". Por último, desde la formación frentista se reiteró que desde la oposición estarán vigilantes para que las políticas del pasado no prevalezcan. "Ahora va a tener que demostrar su nivel de negociación", dijo Fiúza del alcalde, al tiempo que avisó de que su grupo no tolerará "que se lancen flechas personales" a partir de ahora.