El Concello de Lalín acometerá obras de arreglos en las dos escuelas infantiles por valor de 100.000 euros durante el próximo curso. Son trabajos de reparación de humedades y pintado, entre otros, que ya debería haber acometido el anterior gobierno local, según indicó ayer el alcalde, José Crespo Iglesias. "Tenía que estar adjudicado y no movieron un papel, solo nos encontramos con una memoria valorada", apostilló el regidor popular en una entrevista en Radio Lalín.

Su intención es activar un procedimiento de contratación, aunque sea simplificado para contratar cuanto antes los trabajos, pero estima que no será antes de agosto. Una vez contratada la obra, "iremos haciendo lo que se puede por fuera y por dentro, a lo mejor incluso tenemos que esperar a Navidad, salvo que se pueda hacer durante el curso y no perjudique el normal desarrollo del mismo", apunta Crespo. La actuación será abonada inicialmente por el ayuntamiento, pero su importe le será descontado de la liquidación que paga anualmente al Consorcio de Servizos de Igualdade e Benestar. "Al Concello no le ve a costar nada", remarca.

Este departamento autonómico dependiente de la Consellería de Política Social también asumirá el coste de la habilitación de un aula nueva en la guardería del Pontiñas. Así lo anunció el miércoles su titular, Fabiola García, en la que fue la primera visita de una conselleira a Lalín desde el último cambio de gobierno municipal. "Le agradezco mucho que quisiera venir ella en persona", manifiesta el alcalde y compañero del Partido Popular, quien, tras haber recuperado la alcaldía, ya había mantenido conversaciones con el gerente del consorcio, Perfecto Rodríguez. Le había pedido "un esfuerzo" para evitar que unos trece bebés se quedasen sin plaza en las escuelas infantiles lalinenses. Con la creación de una nueva aula en el Pontiñas "queda arreglado el problema", subraya el regidor. Pretende acometer las obras de acondicionamiento de este espacio durante el verano para disponer del aula para niños de 1 a 2 años en cuanto comience el próximo curso.

En su comparecencia radiofónica, Crespo se refirió a la toma de posesión de la nueva corporación provincial, que tuvo lugar el miércoles y a la que fue invitado, como el resto de alcaldes pontevedreses. Tuvo ocasión de intercambiar pareceres con la reelegida presidenta, Carmela Silva, a quien le manifestó que le gustaría tener "una relación institucional muy, muy, muy correcta, por el bien de la Diputación y del Concello de Lalín". "Me dijo que por su parte no iba a haber ningún problema y yo, por la mía, le dijo lo mismo y que de nosotros iba a depender que hubiese un magnífico entendimiento institucional", declara el munícipe. "De las palabras no me quejo, de los hechos ya veremos", sentencia.

"Yo siempre me he caracterizado por llevarme bien con todo el mundo que se quiere llevar bien conmigo, pues si alguien se quiere llevar mal es más difícil. Pero, por mi parte, no hay animosidad hacia nadie", prosigue Crespo, que pone como ejemplo sus relaciones con el bipartito de la Xunta o los gobiernos centrales del PSOE. "Yo nunca pedí algo que por razones políticas pudiera perjudicar a Lalín -proclama-. Si puedo conseguir alguna cosa importante para Lalín mordiéndome la lengua, sin duda que me la voy a morder".

Polígonos y Calvo Garra

La cuarta fase de Lalín 2000 es la prioridad para el gobierno de José Crespo en materia de suelo industrial, sin olvidar su iniciativa en Catasós. Alrededor del 60% de los terrenos ya son propiedad de Xestur, por lo que toca agilizar la compra o expropiación del 40% restante, que pretende incluir en el presupuesto de la Xunta para 2020. Con vistas al desarrollo por fases de la cuarta ampliación de este parque empresarial, la próxima semana se reunirá con técnicos municipales y del Instituto Galego de Vivenda e Solo "para ver lo que se puede aprovechar de lo que había en 2008".

Respecto a la polémica por la reforma de la calle Wenceslao Calvo Garra, el regidor no descarta utilizar una fresadora industrial para ponerla toda al mismo nivel y reducir la probabilidad de accidentes para los transeúntes. Primero aguardará los resultados del pulido que tiene que hacer la empresa adjudicataria. "Si conseguimos que la gente pase por allí sin miedo y que no tropiece, perfecto; si no, no habrá más remedio que levantar esa piedra y poner otra", concluye.