El sector del pollo pone sobre la mesa los perjuicios que le acarreará el acuerdo de la Unión Europea con Mercosur. "Ni los escándalos relacionados con la manera de producir carne en Brasil ni la fragilidad de nuestro sector agrario. La Unión Europea solo ha pensado en vender coches a la hora de firmar el acuerdo con Mercosur, y ahora tendremos que pagarlo los de siempre, los ganaderos". Así de rotundo se muestra el secretario de ganadería de la Unión de Pequeños Agricultores, Román Santalla, tras una reunión para analizar "la crisis avícola que se avecina".

Tan solo han transcurrido dos años del "enorme escándalo" de la carne bovina y aviar podrida y maquillada con productos cancerígenos en Brasil. "Pero esto no ha sido un impedimento para que la UE haya dado vía libre para traer 180.000 toneladas anuales de estos productos desde los países de Mercosur sin ningún tipo de arancel", expone el sindicalista agrario lalinense. Recuerda, asimismo, que Brasil ya venía introduciendo en la Unión unas 500.000 toneladas anuales de carne de ave.

Para analizar esta situación, los representantes de la marca estatal a la que pertenece Unións Agrarias se reunieron ayer con el secretario general de la asociación interprofesional Propollo, Ángel Martín. Ambas partes llegaron a la conclusión de que el acuerdo "es negativo" para la propia UE, pues en el sector avícola "no salen las cuentas". En Propollo tienen claro que es a otro sector industrial, al del automóvil, al que sí le salen los números: "Han vuelto a usarnos como moneda de cambio para vender otros productos en zonas remotas del globo", apunta Santalla.

UPA y Propollo están de acuerdo en que las autoridades comunitarias han demostrado "su hipocresía" al firmar este acuerdo. "¿Cómo se entiende que la UE no deje a sus ganaderos utilizar ciertos productos, pero sí permita que entre en nuestro mercado carne producida con ellos fuera de nuestras fronteras?", inquieren desde la organización agraria. Lamentan que "no se les caiga la cara de vergüenza cuando abogan públicamente por el consumo de cercanía y el sector agrario interior, pero planean traer peor carne del otro lado del mundo, perjudicando a nuestros productores y al medioambiente".

La carne aviar es un sector muy poderoso a uno y otro lado del Atlántico. Entre 1961 y 2016, su producción mundial pasó de 9 a 120 millones de toneladas, es decir, el 36% de toda la carne que se produce en el mundo. Para Mercosur, es un sector crucial, puesto que el país más grande de la alianza, Brasil, es uno de los mayores productores mundiales y el primer exportador. Solo en abril de este año, exportó 338.000 toneladas de carne de pollo, un 35% más que en el mismo mes de 2018. Para la UE, la carne de aves supone más de 300.000 puestos de trabajo, "muchos de ellos en peligro a partir de que el acuerdo se haga efectivo", asevera Santalla.