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Variaciones residenciales en Deza y Tabeirós-Montes

Las comarcas recibieron el año pasado a 2.256 vecinos y 1.956 se marcharon a otros territorios

Más de medio millar de los que llegaron proceden de América y solo el 13% eligió este continente como nuevo destino -Lalín tuvo un saldo positivo en su padrón y A Estrada acogió a menos personas de la que se fueron

Oficina del Registro del consistorio lalinense.

La inmigración de personas llegadas del continente americano es la más representativa en las comarcas, un fenómeno que se arrastra desde hace varios años. Dentro de los nuevos empadronados durante el pasado ejercicio en los nueve municipios de Deza y Tabeirós-Montes suponen el 24% de las 2.256 personas que se dieron de alta en los censos municipales. Mientras tanto, otros 1956 individuos se marcharon a otros territorios, con lo que el balance entre los nuevos vecinos y los que abandonaron las comarcas es positivo en exactamente 300 personas.

Este dato contrasta claramente con el de doce meses antes, una vez que las comarcas recibieron a 1.559 nuevos vecinos, pero las bajas se situaron en 1.799; es decir, dejaron de hacer vida en alguno de los ayuntamientos de la zona más personas que las que recalaron en nuestro territorio. En estos registros se tienen en cuenta solamente las variaciones residenciales, en consecuencia no entran en estos cómputos los nacimientos o decesos que hubo en el período de referencia.

En primer lugar podemos analizar los datos absolutos de los nuevos vecinos. Según los registros divulgados estos días por el Instituto Nacional de Estadística (INE), de los 2.256 que recalaron en las comarcas, algo menos de la mitad procedían del propio país; es decir, se trata de persona que pudieron llegar a un ayuntamiento desde otro de la zona, de la comunidad autónoma o de otra región de España. Como apuntamos con anterioridad, además de los nacionales, que son los más numerosos, destacan los 545 llegados del continente americano. En lo que respecta a Europa, la estadística incluye por un lado a los que se empadronan en las comarcas y que vienen de la Unión Europea (102), mientras que del resto del viejo continente fueron otros 18. Los africanos suman 142 y otras siete altas fueron ciudadanos asiáticos.

En cuanto a las bajas de los padrones municipales hay que destacar que de los 1.956 totales, casi el 78% decidieron emprender una nueva vida dentro de la propia geografía española. Otros 79 se dieron de alta en la Unión Europea y 31 se marcharon para países no miembros de la unión. Aunque la balanza de inmigrantes africanos es muy positiva -recalaron en Deza y Tabeirós 142 personas durante el año pasado- también hubo 61 que se fueron para este continente. Lo mismo acontece con los que emigraron a América, con 256 frente a, como habíamos apuntado con anterioridad, los 545 que se dieron de alta. Curioso es el dato referido a los asiáticos, una vez que siete personas se fueron y otras tantas se asentaron en este territorio del norte provincial.

Por municipios hay que destacar claramente a Lalín como el concello más acogedor y también el que muestra un balance de entras y salidas en el que los nuevos vecinos superan con claridad -en 262 casos exactamente- a los que se van. Así las cosas, a la capital dezana llegaron durante el pasado año 787 personas, de las que 340 fueron extranjeros. Hasta 235 procedían de América y 77 de África, mientras que las salidas hacia estos dos continentes sumaron 24 y 91 casos.

Silleda, con 322 altas y 281 salidas, es otro de los cinco ayuntamientos de las comarcas con un saldo positivo. En las altas en el padrón municipal destacan, al margen de los que venían de dentro de España, los 80 americanos o 26 africanos, que sirvieron para paliar las 43 y 10 salidas hacia estos dos continentes. Vila de Cruces acogió a 140 ciudadanos y otros 116 causaron baja en su padrón, y en Agolada fueron 79 y 53 respectivamente. Rodeiro incorporó 56 altas censales, que no compensaron las 76 bajas. Lo mismo acontece en Dozón, con 36 nuevos vecinos, pero los que dejaron esta localidad para irse a vivir a otra alcanzan los 45 casos.

El Concello de A Estrada gestionó en 2018 un total de 461 altas en su censo y el 65% corresponde a ciudadanos llegados desde el mismo país. De los 161 extranjeros destacan los 108 procedentes de América. Si a Lalín llegaron 77 africanos, solo 11 ciudadanos de este continente eligieron la capital de Tabeirós para vivir. En la villa más poblada de las comarcas fueron 24 personas más las que se fueron de las que se asentaron ahí. De los 485 éxodos, 382 se trasladaron a otro municipio español y los restantes 382 se fueron al extranjero.

Forcarei también recibió a menos personas de las que se fueron, con 122 altas y 129 bajas. Por el contrario, en Cerdedo-Cotobade recalaron 251 vecinos y 246 se fueron.

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