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Las obligaciones de las administraciones locales

La deuda bancaria de los concellos de Deza y Tabeirós es la más baja de la última década

Cerraron sus cuentas del año pasado cerca de 5 millones pendientes de liquidar tras amortizar 1,4 -El pasivo por habitante más elevado se da en Silleda y en Agolada -Cuatro ayuntamientos continúan sin préstamos

La deuda bancaria de los concellos de Deza y Tabeirós es la más baja de la última década

Los concellos de Deza y Tabeirós-Montes cerraron el año pasado, a seis meses de las elecciones, con la deuda bancaria más baja de la última década. Así lo reflejan los datos que acaba de divulgar el Ministerio de Hacienda, entidad a la que en parte puede atribuirse que las administraciones locales se vean, en casos, obligadas a rebajar sus números rojos por la férrea normativa que encorseta a los ayuntamientos. La legislación puesta en marcha para controlar el gasto, también en unas administraciones que no son precisamente las responsables del déficit en el conjunto del Estado.

Nunca en los últimos diez años los concellos debieron, en su conjunto, menos a las entidades financieras que a 31 de diciembre del pasado curso, cuando la balanza de números rojos marcó cerca de 5 millones de euros. En consecuencia, en doce meses se amortizaron 1,4 millones en total. Vila de Cruces, Rodeiro, Forcarei y Cerdedo-Cotobade se mantienen, de nuevo, como los únicos municipios sin préstamos, mientras que en los demás casos no puede hablarse de una situación semejante. Es más, Silleda incluso incrementó su pasivo financiero -exactamente en 280.288 euros durante el pasado ejercicio-, situándose ahora como la administración con una deuda per capita más elevada, con 293 euros, y un total de 2.550.000 euros de obligaciones pendientes con entidades crediticias. Agolada, es el otro municipio don un nivel de deuda llamativo. Esta administración, que se vio obligada a recortar su pasivo financiero, tiene pendientes de liquidar préstamos por importe de 625.000 euros tras amortizar en doce meses cerca de 250.000 euros.

Los montantes amortizados por los dos principales concellos de la zona son muy semejantes, pues en ambos casos rebasan los 700.000 euros. No obstante, A Estrada presenta un pasivo financiero de 1.120.000 euros, casi el doble que Lalín. En consecuencia, la deuda por ciudadano es de 54 euros en el caso de la capital de Tabeirós, mientras que en la dezana se sitúa en 27. Por último, Dozón es el otro ayuntamiento que sigue endeudado y lo está a unos niveles muy semejantes a los de finales de 2017, una vez que en un año fueron amortizados menos de 19.000 euros. Su deuda viva está en 108.000 euros.

Como apuntábamos antes, nunca en los últimos diez años las cuentas municipales gozaban de una mejor salud. Cada concello presenta sus singularidades y hay algunos que optan por no recurrir a préstamos luego tampoco pueden acometer inversiones significativas. En otros casos, tal y como obliga la ley estatal, fondos inejecutados en los presupuestos deben destinarse a amortización. Con todo, dos lustros atrás los nueve municipios debían 11,8 millones de euros y el pico máximo absoluto de deuda viva se marcó en 2013, cuando solo el Concello de Lalín debía a los bancos más de 8 millones y en total eran casi 17. Este fue, en período de referencia, el mayor nivel de pasivo bancario que tuvo este ayuntamiento y también en el de Silleda, que ese año adeudaba a las entidades financieras 3,4 millones. El pico máximo de Vila de Cruces fue en 2011, con 723.000 euros y Agolada llegó a acumular préstamos por más de un millón y medio, en 2012. En Dozón fueron 187.000 euros en 2013 y 2013 y hasta 774.000 euros debía Forcarei en 2012, ejercicio en el que Cerdedo adeudaba 392.000 euros. El nivel máximo de deuda de A Estrada se dio en 2011 (4,3 millones) y Rodeiro lleva, al menos, la última década sin préstamos.

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