El precio de la AP-53 no parece ser un obstáculo para que la conexión por carretera entre la comarca dezana y Santiago no pare de crecer. Desde hace seis años cada cierre de ejercicio la autopista marca un nuevo récord de usuarios y este va camino de volver a situarse en un volumen de desplazamientos históricos.
Los 12 euros que cuesta el viaje de ida y vuelta desde Lalín a Compostela semejan no ser un impedimento para que los miles de personas que cada día se desplazan por este territorio renuncien a utilizar la alternativa a esta vía de alta capacidad de pago, la N-525, por el nivel de saturación de tráfico que tiene. Atravesar numerosos núcleos urbanos o que no haya prácticamente carriles de adelantamiento pueden ser algunas de las motivaciones para comprender que el tráfico de la autopista no deje de aumentar. También es cierto que la N-525 se mantiene a unos niveles de tráfico elevados, incluso por encima de los de la autopista. A comienzos del presente año, el punto de control situado a la altura de la parroquia lalinense de Prado registró cerca de 10.000 vehículos.
Pero si volvemos a citar la evolución del tráfico en la autopista, hay que señalar que con los datos del primer trimestre cerrados, la AP-53 marca su mejor arranque de año histórico, con un promedio de 6.253 desplazamientos diarios. Hasta ahora el Ministerio de Fomento había dado a conocer los balances de tráfico de los dos primeros meses del año, que arrancó con una Intensidad Media Diaria (IDM) de 5.855 viajes. Este dato representaba ya un incremento del cerca del 2% respecto el mes de enero del año anterior. En febrero los desplazamientos por la vía de alta capacidad se elevaron hasta los 6.324 y los provisionales de marzo apuntan a un total de 6.584 viajes de media al día. En lo que respecta a los vehículos pesados, la gráfica también muestra una línea ascendente, con 401 en enero pasado y 431 en febrero. En el tercer mes del presente curso la IMD cayó hasta los 411.
Pero además, el departamento ministerial dirigido por José Luis Ábalos facilitó ayer los datos de tráfico de los pasados meses de abril y mayo. La coincidencia de la Semana Santa en el cuarto mes del año repercutió claramente en una mayor utilización de la autopista, una vez que la intensidad media diaria se disparó hasta los 7.177 vehículos.
Este dato representa un crecimiento respecto a este mismo mes de 2018 de prácticamente el 10%. En mayo los desplazamientos bajaron, aunque no en unos niveles demasiado representativos, pues el promedio de viajes diarios fue, en concreto, de 6.918.
A la espera de la ya campaña estival, la época de mayor tráfico por la AP-53, esta infraestructura apunta a un nuevo récord histórico de usuarios. Histórica también es una reivindicación prometida tantas veces como luego incumplida: rebajar el precio de sus elevadísimas tarifas. Además, sus mecanismos de control de lectura de matrículas siguen funcionando mal y cobrando, en casos, de más a los usuarios y en otros, de menos de acuerdo con las tarifas vigentes para cada uno de los tramos donde hay cabinas de pago.
