El IES Laxeiro de Lalín mantiene su colaboración con iniciativas contra la denominada crisis climática y en este sentido acaba de presentar una moción al pleno municipal en la que insta a la corporación a que reconozca la emergencia climática y trabaje por la sostebibilidad del municipio.

La propuesta surge a raíz del trabajo realizado por un grupo de alumnos y de la profesora Concepción Vilar Moure que, en abril pasado se reunieron con el exalcalde Rafael Cuíña. El motivo era interesarse por las acciones que el ayuntamiento estaba realizando para frenar esta problemática y hacerle llegar luego su propuesta. El mayo tuvo lugar ese encuentro y entonces al mandatario le fueron trasladadas las iniciativas por parte del alumnado. La iniciativa se enmarca dentro de un proyecto de la organización Teachers for future.

Pues bien, los acuerdos que propone esta moción pasan porque el Concello se comprometa a establecer los compromisos políticos, normativas y recursos necesarios para garantizar reducciones de gases de efecto invernadero para llegar al balance neto cero no más tarde de 2040 y a ser posible antes de 2035, así como detener la pérdida de la biodiversidad y restaurar los ecosistemas como única respuesta posible para evitar un colapso de todos los sistemas naturales, incluido el humano. Abandonar los combustibles fósiles, apostando por una energía 100 % renovable de manera urgente y prioritaria. Para eso los gobiernos municipales deben analizar cómo lograr este objetivo y proponer los planes de actuación necesarios, entre otros, frenar nuevas infraestructuras fósiles, alcanzar el pleno autoconsumo eléctrico 100% renovables y una movilidad sostenible, crear espacios peatonales, fomentar la bicicleta y otros medios de transporte no contaminantes, reducir la demanda de energía hasta consumos sostenibles, promover el aumento de la eficiencia energética y de las instalaciones renovables, crear espacios educativos y la información a la población sobre la emergencia climática, alcanzar una política de residuo cero. O evitar que los bancos con los que trabaja el Concello que financien proyectos basados en combustibles fósiles, y apoyar la gestión de los comunales enfocada a la recuperación de la tierra fértil y el freno de la erosión, entre otras. Avanzar en una economía local y de cercanías, que impulse la soberanía alimentaria, silvicultura, agricultura y ganadería ecológica y de cercanías.

También, iniciar la necesaria adaptación de los concellos a la crisis climática, con las consecuencias del incremento de la temperatura global.