Los propietarios de un estudio de arquitectura situado en el entresuelo de un edificio de la calle Alcalde Ferreiro de Lalín se toparon en la mañana de ayer una de las puertas de sus oficinas forzadas.

Tras percatarse de que todo apuntaba a un robo con fuerza frustrado, tanto ellos como otros vecinos descubrieron que la reja metálica de la entrada común también había sido forzada, destrozando la pieza que activa el mecanismo con una llave. Las puertas de seguridad que hay en todos los locales pudo haber sido clave para evitar que los ladrones accediesen al interior de las dependencias de esta empresa -el bombillo de una de sus puertas fue reventado- o de las demás que tienen su sede en este inmueble.