La Policía Local de Lalín decidió abrir al tráfico las calles Principal y Loriga en la mañana del pasado sábado al no recibir una orden contraria de parte del que en ese instante estaba al frente del Concello: el gobierno cuatripartito. Así lo aseguran su comisario responsable, Jesús López Cuñarro, quien asegura que pese a que el corte de estas dos calles del centro era una medida habitual de viernes a domingo, también lo eran las comunicaciones semanales por parte de un representante del ejecutivo municipal.

Por tanto, una vez que el entorno del Kilómetro 0 estuvo cortado a la circulación el viernes por la celebración de la Noite Branca del comercio local y al día siguiente no se recibió una comunicación desde el cuatripartito -que dejaría el poder a las 12.00 horas del sábado-, se decidió retirar la valla de Principal para dejar paso a los vehículos. Cuñarro también reconoce que agentes que estaban de servicio dieron indicaciones a los puestos del mercado sabatino para que se trasladasen desde su zona habitual, en la calle Joaquín Loriga, a la Praza da Igrexa.

Desde el gobierno presidido por José Crespo se garantiza que el sábado no se dio ninguna orden a los agentes municipales para que abriesen las rúas al tráfico rodado. En este sentido, se apunta que cuando se cerraron las rúas el alcalde todavía era Rafael Cuíña. En todo caso el corazón de la trama urbana siguió con coches durante todo el sábado y el domingo. El Concello no desea entrar en más detalles que los ya descritos. Independiente de en quién recayese la responsabilidad de tomar la decisión -aunque no es una cuestión menor- lo cierto es que fuentes municipales no ocultan que la apertura de las calles a la circulación era una propuesta electoral y que se mantendrá, aunque por el momento no hay nada concretado en este sentido.

El exregidor señala que se percató de que las calles estaban abiertas cuando, a primera hora de la mañana, vio como los puestos del mercado sabatino estaban en la Praza da Igrexa y se acercó a uno de los comerciantes para preguntarle por la nueva ubicación, a lo que le respondieron que habían sido informados por la Policía Local de que no podían ocupar Joaquín Loriga. Poco después se dirigió al consistorio para tomar posesión en un pleno en el que el bastón de mando pasaría ya a manos del grupo popular. Y asegura que como alcalde no dio orden de que se abriesen las calles al tráfico. Sí desvela que en la última reunión con el responsable de la Policía Local le propuso que, cuando los coches volviesen a estas dos rúas, se extremasen las precauciones para evitar posibles incidentes de los peatones, acostumbrados a ver este punto cortado al tráfico de viernes a domingo. Cuíña recuerda que para cerrar el Kilómetro 0 de viernes a domingo, además de Rosalía de Castro, hubo reuniones con comerciantes y vecinos para escuchar sus sugerencias. Y que para eso se reabrió el parking. "Eso remató, el Lalín de las personas vuelve a ser de los coches. Precaución los fines de semana con los niños, por favor", dijo, al tiempo que subraya que la apertura al tráfico llega "por imposición, sin comunicarlo a nadie y de manera dictatorial".

El portavoz municipal del BNG, Francisco Vilariño, anuncia la presentación de una iniciativa para que se aclare "si alguien se extralimitó en su funciones" y otra con la que pretende forzar al gobierno a recapacitar, pues, a su juicio, que los coches vuelvan a circular por Principal y Loriga los fines de semana supone una vuelta al pasado".

Da legitimidad al gobierno para tomar esta medida, aunque defiende un modelo de peatonalización incluso más ambicioso y dice que un Concello no debe mirar por el interés de unos comerciantes concretos sino en el general. Sobre el supuesto perjuicio que tendría para los negocios el cierre de las rúas, aduce que este modelo "arcaico" no se aplica en municipios ni de mayor ni de menor categoría que Lalín, donde, además, hay cientos de plazas de aparcamiento gratuitas a dos minutos andando del centro. Y pregunta al PP que si cree que hay un problema de estacionamiento, por qué echó abajo el área de aparcamiento prevista en O Regueiriño. Vilariño dice que la anterior medida había sido asumida por la mayor parte de los vecinos y apela a la conciencia social para reivindicar su continuidad.