Agricultores dezanos se suman al rosa para contribuir a la investigación contra el cáncer de mama con el uso de plásticos de silo en este color. Esta iniciativa nació de la colaboración entre unos de los distribuidores en Nueva Zelanda y Trioplast en 2004, aunque la idea surgió de unas ganaderas de este país. En 2017 se lanzó la campaña en España y en Galicia se unió ahora Delagro Sociedad Cooperativa y Cobideza, cuyos asociados están apostando por esta campaña.

Hasta el momento, los plásticos de ensilo comunes eran los blancos y los negros. Sin embargo, estos días ya es habitual ver fincas de Lalín, Silleda o Vila de Cruces con bolos de silo con plásticos rosas que llaman la atención de más de uno, pero que además, de dar color al paisaje contribuyen a una buena causa. Cada bobina comprada representa un euro donado por el fabricante de plásticos, un euro aportado por el distribuidor y un euro por el cliente final para la investigación del cáncer, por ello por cada bobina comprada se destinan tres euros a esta causa. "Cuando en el rural alguien tiene cáncer se sabe inmediatamente, es diferente si se vive en una ciudad, y por ello, nos parece una iniciativa muy importante y que seguiremos apoyando y que sirve para poner en valor a todas esas mujeres valientes que le hacen frente", indica Román Santalla, presidente de Cobideza.

Más de 600.000 euros

Todo el plástico utilizado es reciclado al 100%. Trioplast ya ha recaudado más de 670.000 euros en todo el mundo, incluidos más de 3.000 euros para España para la Asociación Española Contra el Cáncer. Además de plásticos de color rosa, también existen los amarillos a favor de avanzar en la cura del cáncer infantil y los azules para el de próstata. Desde Trioplast esperan alcanzar nuevos récords en próximas campañas.