Aitor Abelleiro abrió hace unas semanas Change Cash, una tienda de productos de segunda mano ubicada en el calle Pérez Viondi. Se trata de la única tienda de este tipo en la comarca y nace con el objetivo de convertirse en un referente. El emprendedor al mando destaca la buena acogida que ha tenido la iniciativa.
-¿Cómo nace Change Cash?
-Es un proyecto que decidí montar en A Estrada. Este es un pueblo pequeño pero que tiene de todo. En Santiago, Pontevedra o Lalín tienen tiendas de segunda mano y están funcionando bien. A partir de ahí pensé que una tienda de este estilo también podría funcionar aquí. Quería hacer algo con un nivel suficiente para que la gente, no solo de A Estrada, sino de otros lados como Forcarei, Silleda, Cuntis? Sitios donde no hay tiendas como esta, vengan a aquí a vender o comprar.
-¿Cuál es su objetivo?
-Es una forma de darle un segundo uso a las cosas y también de ahorrarse un dinero. Hace poco vino un chaval que quería comprarse una tabla de surf. Era una tabla que nueva valdría unos 400 euros pero se la vendí de segunda mano por 180. Es una forma de ayudar a la gente. No todo el mundo tiene las mismas posibilidades. Pueden apetecerte unas gafas Ray-Ban pero nuevas te salen por 140 cuando aquí las puedes tener por 60 e impecables. Yo pongo garantía igual que una tienda normal. También hay diferentes situaciones. A lo mejor se te estropea un electrodoméstico y en ese momento no puedes permitírtelo nuevo pero sí de segunda mano.
-Hay sin embargo cosas que envejecen mejor que otras.
-Es cierto, muchas cosas tienen una obsolescencia programada. Si te compras un móvil en un par de años ya va ser mucho más bajo de gama. Pasa lo mismo con un ordenador, con una Smart TV? Porque van apareciendo nuevos avances. Hay otras sin embargo que van ganando valor, como se dice del vino.
-¿Vende de todo?
-No de todo pero tengo muchas cosas. Tengo por ejemplo 600 DVD de películas pero también en Blue Ray y VHS. Cientos de CD de música, desde una freidora a un robot de cocina, herramientas, consolas de todo tipo, instrumentos musicales? Incluso tuve un piano que ya vendí. Luego tengo cosas que compré de una librería pero las tengo tiradas de precio. En total tenemos más de 5.000 artículos.
-¿Qué es lo que mejor está funcionando hasta ahora?
-Sin duda, la electrónica. Videojuegos, videoconsolas, ordenadores, televisores, tablets, teléfonos? También los instrumentos musicales, bicicletas o máquinas de gimnasio. Libros también se venden bien pero como tengo tantos a lo mejor no les doy tanto valor. También están muy bajos de precio.
-La clave para usted será conseguir cosas buenas y baratas.
-Claro, cosas que estén en buen estado. A lo mejor hay gente que se compra algo pero que después no lo puede usar por un motivo o por otro. Una tabla de body, una caña de pescar, una raqueta? En vez de tenerlo tirado lo puede vender, sacar un dinero y comprar algo que sí que pueda disfrutar. Si es algo muy caro es complicado para mí. Si vienen muchas personas a venderme cosas de 2.000 euros no puedo comprar todo. Hay que empezar con cosas básicas e ir mejorando poco a poco. El objetivo al final es hacer algo que sea bueno para el pueblo y que pueda ayudar a la gente, tanto a vender cosas que no usa como a comprar alguna más baratas.
- ¿Qué tal está funcionando el proyecto hasta ahora?
-De momento muy bien. No tengo queja ninguna. Vino a comprar gente de A Coruña, de Pontevedra, de Barro, de Lalín, de Caldas? De un montón de sitios. Vendí de todo un poco. El primer mes ha sido un no parar. Ahora, que las cosas sigan así.
