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Ramiro Varela sale por la puerta de atrás

El alcalde en funciones, desaparecido tras su derrota electoral, renuncia a tomar posesión de su acta para volver a su puesto de funcionario local con la idea de jubilarse pronto

Ramiro Varela, en un pleno de junio de 2015, al poco de su última toma de posesión. // Bernabé/Gutier

Ramiro Varela Peón no tomará posesión como concejal de la corporación municipal de Agolada el próximo sábado, día 15. El que todavía es alcalde en funciones ha decidido renunciar al acta que le corresponde como representante electo de su pueblo para volver a su puesto de funcionario y acogerse cuanto antes a la jubilación anticipada, pues cumplirá 63 años el 23 de julio. Tampoco entrará José Luis Costa Miguélez, uno de los fichajes del Partido Popular, en cuya candidatura ocupaba el tercer lugar, que ya había dado a entender que problamente no entraría por motivos familiares. Serán relevados por Rafael Méndez Guerra y María del Carmen Seijas López, quinto y sexta de la lista, respectivamente.

La espantada de Varela era un secreto a voces desde la consumación de su derrota en la misma noche electoral. Había dado el salto al sillón de la alcaldía desde su puesto de funcionario en el Concello de Agolada, en una pirueta que conllevó la renuncia de las tres personas que le precedían en la lista para heredar el cargo de Manuel Costa Casares, su suegro. Varela, que ya había insinuado su intención de retirarse a su casa de la costa gallega si no revalidaba su mandato, apenas se ha dejado ver por Agolada en las últimas semanas y, según explican desde el Concello, ya habría dejado de ejercer como regidor en funciones. De hecho, las mismas fuentes afirman que ya habría depositado en el consistorio el teléfono que tenía asignado y en el que nadie contesta desde hace días.

Ramiro Varela Peón empezó a trabajar como bedel en el Concello de Agolada en 1981, pero en 1994 ganó mediante oposición la plaza de auxiliar administrativo a la que ahora se reincorpora por un breve período de tiempo, puesto que pretende solicitar la jubilación anticipada. El 1 de diciembre de 2005 fue proclamado alcalde en un pleno abandonado por la oposición para no votar una investidura que consideraba "una farsa caciquil" y "un golpe de estado a la democracia", por la forma en que el mandatario había accedido al cargo.

La herencia recibida de Costa Casares le valió para mantener un gobierno fuerte, con siete de once concejales, e incluso aumentarla a ocho en 2015 ante la ausencia en la carrera electoral de sus opositores tradicionales (PSOE y BNG). Pero fue, precisamente, durante su mandato más cómodo y con menos oposición cuando cavó su propia tumba política, dejando de paso desarbolado a un PP que deberá recomponerse con sabia nueva. Al margen del tsunami sin precedentes provocado por la irrupción de Luis Calvo Miguélez (Partido Anticorrupción y Justicia), a su derrota no han sido ajenos los modos de gobernar de un Varela que, en su despedida, ha elegido la puerta de atrás. Hoy tendrá la ocasión de despedirse como presidente de la corporación si acude al último pleno de su mandato, fijado para las 10:00 horas y con la aprobación de actas pendientes como asunto.

Nuevo portavoz

El Partido Popular de Agolada no ha decidido quién será su nuevo portavoz municipal, que podría salir de la reunión prevista para mañana. Junto al debutante Rafael Méndez y a Mari Carmen Seijas -edil entre 2007 y 2011-, formarán el único grupo de la oposición Santiago Castro Fernández, segundo de la lista de Varela y una de sus novedades, y Paula Crespo Mazás. Esta volvió a ocupar el cuarto lugar que ya le valió para ser concejala desde 2015; aunque cursa estudios en Salamanca, fuentes del PP indican que asumirá la representación para la que ha sido elegida.

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