"Esto va a más". Es la reflexión con la que, a última hora de la tarde de ayer, se quedaban los organizadores de la Feira da Sidra de A Estrada. Un año más, y ya van ocho, el certamen volvió a superar todas las expectativas. Con más de 3.000 vasos vendidos, se agotaron los más de 5.000 litros de sidra reservados para la ocasión y fue preciso tirar de las existencias de los lagares locales para prolongar la degustación. Al cierre de esta edición los cálculos apuntaban a que se escanciaron en la jornada más de 6.000 litros de estos caldos.

"La gente que hubo por la mañana, en la plaza de antes, no entraría", expusieron también los organizadores. Y es que la elevada concurrencia a la feria tuvo a su favor el ampliado espacio de la Praza da Constitución. Aun así, con el público con más facilidad de dispersión, en determinados momentos de la sesión matutina se apreciaba el incremento de asistentes y no quedaba más remedio que hacer cola para probar las muchas variedades de sidra que se pusieron a disposición de vecinos y visitantes.

En esta edición fueron 24 los lagares -de cinco países diferentes- los que secundaron la cita. Los organizadores de la feria avanzaron que el año que viene serán más. Los contactos realizados en los últimos días apuntan a que se sumarán a los presentes otros cuatro sidreros procedentes de Navarra, Italia, Madeira y Francia. De este modo, el abanico de sidras para degustar en esta celebración se ampliará todavía más.

El conselleiro de Medio Rural, José González, participó al mediodía de ayer en la inauguración de esta octava edición. Destacó el crecimiento experimentado por este sector en Galicia y su importancia de cara a seguir diversificando la actividad económica en el rural. Acompañado por el alcalde, José López Campos, remarcó que la producción de sidra está en auge y que cada vez son más los agricultores que apuestan por la manzana natural -y muchas veces ecológica- como forma para diversificar los aprovechamientos del campo. En esta línea, el conselleiro apuntó que, solo en el Concello de A Estrada, una veintena de personas se incorporaron al cultivo de la manzana para la producción de sidra en el último lustro, estimando el dato como una muestra de la buena marcha del sector.

Nacida para dar visibilidad a los productores que recuperaron la tradición del cultivo de la manzana y la elaboración de la sidra, la Feira da Sidra sirvió también ayer de escaparate para mostrar la innovación y diversificación en este ámbito. A las variedades naturales se sumaron otras muchas especialidades, caso de la exitosa sidra de frambuesa que propusieron lagares estradenses como el de Ribela. También opciones para el aprovechamiento de la manzana -como los zumos ofrecido por Peroja- llamaron la atención del público.

Este año la feria ofreció mayores opciones para consumidores que, por cuestiones de edad, salud o preferencia, deben evitar el consumo de alcohol. Zumos de manzana o jugos que combinaban esta fruta con otras se convirtieron en aplaudida alternativa.

La hostelería estradense arrimó el hombro al sector de la manzana y la sidra y se llevó también su reconocimiento. Fueron muchísimos los asistentes que combinaron la degustación de los muchos caldos presentes en la muestra con los pinchos y raciones diseñados -como perfecto maridaje para la sidra- por restaurantes y panaderías locales.

La música acompañó la actividad en la Praza da Constitución a lo largo de toda la jornada. Por la mañana fue el grupo Os dos fondo da barra quien animó la sesión. Por la tarde tomaron el relevo Fanfarria Takicardia e Isidro Vidal. Hubo también espacio para los reconocimientos, como el que brindó el Grolo de Ouro a la Escola Politécnica de Enxeñaría Superior de Lugo.