Para poder hacer sidra hay que tener manzana. Si el nombre de A Estrada se liga estos días a la celebración de una pujante Feira da Sidra es porque el municipio ha demostrado ser, además, toda una potencia en el sector de la manzana. No en vano, los datos aportados ayer por el presidente de la asociación Maceira e Sidra, José Antonio López Pampín, confirman las buenas perspectivas de cara a la cosecha de este año y aguardan que el municipio comercialice un volumen próximo a los dos millones de kilos de esta fruta, capaces de generar alrededor de 1.400.000 litros de sidra.

"La cosecha tiene muy buena pinta", apuntó López Pampín. Remarcó, además, que el municipio estradense es puntero en plantaciones de manzanos en ecológico, con alrededor de 120 hectáreas certificadas. Remarcó que este año la campaña tendrá la vecería -fenómeno que afecta a algunos frutales y que hace que alternen años de mucha producción con otros con una importante merma de fruto- a favor. Aunque reconoció que las condiciones meteorológicas son ahora trascendentales, no ocultó su impresión de que la campaña se presenta muy bien para los productores locales.

A Estrada lleva años comercializando su manzana. Un importante número de productores lo hace a través de la cooperativa Ullama, registrándose otros dos productores -con un elevado número de hectáreas- que ponen esta fruta en el mercado de manera individualizada. En todo caso, el presidente de Maceira e Sidra remarcó la buena sintonía que reina en este sector estradense, subrayando que la máxima de sus integrantes siempre ha sido "que no quede un kilo de manzana" sin vender.

El grueso del fruto del manzano se destina en el municipio a la elaboración de sidra. La manzana ecológica que se produce en A Estrada se dirige a la planta de Custom Drinks -de la compañía Hijos de Rivera- en Chantada. Hasta aquí se desplaza la fruta recogida por los integrantes de la cooperativa Ullama. Pero, a mayores, manzana de A Estrada se distribuye a zonas como Asturias, País Vasco o Francia, toda ella para la elaboración de sidra.

López Pampín subrayó ayer que el municipio siempre apostó por esta comercialización, en sus orígenes a través del mercado municipal, dirigiendo la manzana estradense hacia zonas como Vigo, Redondela, Pontevedra, Marín, Vilagarcía de Arousa, Padrón o Santiago de Compostela. "Era un pequeño banco para los agricultores", expuso. Después la producción se vería resentida en favor del cultivo del viñedo, comenzando a recuperarse desde el año 1993, emprendiendo la comercialización principalmente hacia Asturias y País Vasco e iniciando nuevas plantaciones. "Plantamos lo que el mercado quería", explica Pampín, al señalar la combinación de manzana autóctona con fincas en las que ase apostó por variedades asturianas o vascas.