"Fueron cuatro años de mucho trabajo y de un enorme esfuerzo. Mi mujer me dice que, comparando las fotos de entonces y de hoy, parezco otro, y que me quiere más pero le gusto menos". Con estas palabras abrió Rafael Cuíña Aparicio su mitin central anoche en un lleno Auditorio Municipal. La edil de Hacienda y número 2 de Compromiso por Lalín, Teresa Varela Fisteus, dio paso al candidato a la reelección, quien hizo repaso de un mandato "duro".

Su prioridad fueron las políticas sociales, con un incremento del "200%" en las ayudas municipales. "Nos aseguramos de que a nadie en situación de necesidad le cortasen el agua y la luz en invierno", una iniciativa "pionera en Galicia" que mantendrá si revalida su mandato, además de ampliarla a aspectos que no cubre la sanidad pública, como gafas o dentaduras.

Entre sus primeras decisiones, citó la compra del párking 400.000 euros más barato de lo pactado por el anterior gobierno. "La demanda de la empresa podía llevar a la ruína al Concello, que ya tenía 5,4 millones de euros de deuda", indicó Cuíña, que subrayó que a día de hoy está en cero y con 8 millones en caja. "Somos el Concello más solvente y más saneado de Galicia", proclamó. Pese a ello, su gobierno rebajó la contribución al mínimo legal, del 0,6% al 0,4%, amén de subvencionar hasta el 95% las explotaciones agroganaderas. "Mientras siga de alcalde, los impuestos serán, como hasta ahora, los más bajos que permita la ley", comprometió.

El líder de CxL anuncia 5,5 millones de euros para mejorar infraestructuras viarias en el rural, al que también destinará 3,8 millones de fondos europeos y 600.000 propios para llevar saneamiento al 80% de los lugares. Al rural quiere dedicar el 60% de la inversión, "justo la proporción contraria de lo que se venía haciendo". En el casco urbano seguirá con humanizaciones de calles, nuevos parques, albergue y viviendas sociales en el antiguo Manuel Rivero o la conversión del Cine Balado en un centro cultural.

Cuíña arremetió contra "las falsas promesas" realizadas en los últimos días por el presidente de la Xunta y "su recadero, Pepe Crespo", "mil veces hechas e incumplidas". Alude a la cuarta fase de Lalín 2000, que la Xunta se negó a desarrollar "porque decía que no había demanda"; la rebaja de la AP-53; o el edificio de Medio Rural, "que habiá acordado hacer el bipartito hace más de diez años y del que nunca más se supo".

Para finalizar, pidió que subiese al estrado su tío Ramón y le agradeció su apoyo en la campaña: "Fue como si estuviese a mi lado mi padre, Xosé Cuíña". Y agradeció a los vecinos la oportunidad de ser "vuestro alcalde" estos cuatro años y les pidió serlo los cuatro últimos que dedicará a la política local, si bien aclaró que estará "hasta el último día" de su vida "trabajando por Lalín y pola nosa Galicia, nai e señora".