La concejala de Cultura de Lalín, Lara Rodríguez Peña, muestra su confianza en una posible vuelta atrás de la compañía Viravolta para evitar el cierre del Museo Galego da Marioneta. El anuncio de los representantes del grupo artístico parecía dejar zanjado el asunto y el espacio museístico dedicado al teatro de títeres está abocado al cierre por varios motivos: sus diferencias con el Concello y que gran parte de la colección de las piezas es propiedad de la compañía lalinense.

La responsable municipal de Cultura insistió en el día de ayer, solo 24 horas después de la comparecencia de Pilar Álvarez, Anxo García y Julio Balado, que el Concello "estuvo y estará abierto al diálogo hasta el último minuto para tratar de evitar que este espacio cierre sus puertas", dijo. En esta línea, Peña expresó su "máxima confianza" en que la situación pueda revertirse, pero a la vez advierte de que para llegar a este punto de encuentro "debe existir buena voluntad por parte de todos". Y añade que esta fue siempre la actitud mantenida por el grupo de gobierno durante el presente mandato "y que pese al anuncio de la compañía, no va a variar".

La edil refuta las consideraciones de Viravolta respecto a una falta de comunicación y asegura que hubo varios encuentros con la compañía, a la que se le fueron trasladando los pasos que se estaban dando para alcanzar uno de los objetivos clave: dotar de entidad jurídica al museo. A su juicio estos son "avances" que los propios representantes de la sociedad artística reconocen y que si no fueron más contundentes fue "debido a las trabas administrativas a las que aluden de manera reiterada". A su juicio, estos obstáculos burocráticos son los que impidieron que hasta la fecha se concretasen alguno de los aspectos que preocupan a Viravolta y que tienen relación directa con el convenio firmado en 2014. Apunta que ese acuerdo fue firmado con el anterior grupo de gobierno y que desde Viravolta se indicó que "no había por donde cogerlo".

Sobre el avance de sacar al concurso la gestión del recinto, "que parece que fue el detonante de su decisión para cerrar el museo", manifiesta que la licitación es una iniciativa tomada únicamente por la voluntad del grupo de gobierno y nada tiene que ver con las obligaciones recogidas en el convenio entre Concello y Viravolta. En este caso asegura que la intención del cuatripartito pasaba por habilitar "de manera inmediata" los 35.000 euros para la licitación del concurso público.

Por otro lado, Peña incide en que "ya están sentadas las bases " para dotar al espacio museístico de entidad jurídica para que pueda ser inscrito en el Sistema Galego de Museos (MUGA); "un requisito legal que garantizará la viabilidad del proyecto y que, entre otras cosas, le permitirá acceder a ayudas públicas correspondientes al gozar así de plena autonomía.