No hay vuelta atrás. El Museo Galego da Marioneta, inaugurado hace 19 años, cerrará sus puertas tras reiterar la compañía Viravolta una postura avanzada la semana pasada. Los fundadores del grupo de marionetas lalinense, Anxo García, Pilar Álvarez y Julio Balado, atribuyen a los incumplimientos del Concello y la burocracia una decisión que, aseguraron, ya se había dejado caer hace varios años. Viravolta se desvincula del espacio museístico del Pazo de Liñares por otras cuestiones que considera fundametales: la administración municipal incumplió sus obligaciones para dotar de entidad jurídica al museo, tampoco mostró interés por atender sus demandas y, tampoco ocultó que la compañía no puede seguir en una situación que lo le reporta ningún beneficio económico. Aunque la empresa está abierta a escuchar, también posibles propuestas de otros concellos, en días comenzará a retirar los fondos de la casona de Bendoiro. Esta misma mañana Viravolta denunciaba el convenio con el ayuntamiento para desvincularse del proyecto. El documento, muy cuestionado por los tres actores lalinenses, fue firmado en 2014 y tenía una vigencia de 10 años.