Las prospecciones arqueológicas llevadas a cabo en el entorno de la iglesia de Lalín de Arriba dieron el pasado jueves con los restos óseos de época bajomedieval de una persona en la cata situada en el sonde este de la excavación. El hallazgo fue presentado ayer en el mismo lugar por la responsable del proyecto, Elena Taboada, y el edil de Urbanismo de Lalín, Nicolás González Casares. Los restos encontrados presentan parte del cráneo, una tibia y un peroné de alguien que todavía no se sabe si fue hombre o mujer, tal y como explicó la arqueóloga. Técnicos de Patrimonio ya han visitado el lugar para analizar el hallazgo de unos trabajos que, como recordaba ayer el propio Casares, están financiados con fondos europeos. La aparición de la osamenta obligará posiblemente a ampliar e perímetro de la prospección, lo que conllevará también un retraso en las obras. Además, el Ayuntamiento de Lalín tiene pensado organizar una jornada para que los vecinos que lo deseen puedan visitar el yacimiento y conocerlo.

"Mientras estaban excavando en las dos catas apareció una necrópolis con enterramientos de diferentes épocas. Según dicen los arqueólogos, los restos humanos encontrados en la zona sur probablemente sean previos a los siglos XIV y XV. Estamos hablando de un yacimiento de los lalinenses medievales y posiblemente de la primera necrópolis medieval de Lalín. Me da por bautizarlo como "Martino" porque la iglesia está dedicada a San Martiño, pero todavía no se sabe si es hombre o mujer", manifestó Nicolás González Casares junto a los restos encontrados. Mientras tanto, Elena Taboada manifestó que "de momento, tal y como están los estudios sabemos, que es medieval anterior al siglo XIV y XV, pero no tenemos una fecha exacta todavía. Es previsible que aparezcan más restos y de hecho en el sondeo del este hay menos restos óseos pero muchos mas huecos excavados en el sustrato". La responsable de la excavación también destacó el buen estado que presentan los huesos encontrados, algo que podría explicar la humedad de la zona. El edil de Urbanismo también adelantó que con toda seguridad los restos más significativos serán trasladados al Pazo de Liñares para su catalogación y estudio porque "aunque sí teníamos conocimiento de nuestra prehistoria, nos faltaban datos sobre nuestra época medieval", apuntó. Además, junto a los restos humanos también se hallaron piezas de cerámica, metal procedente de los clavos de los ataúdes, vidrios historiados con motivos cristianos como peces y hasta un par de huesos que posiblemente podrían pertenecer a ejemplares de ganado vacuno.

Sondeo este

Los trabajos también han avanzado mucho en la zona donde se encuentra el sondeo este, junto a la cabecera de la iglesia de Lalín de Arriba. Allí también se encuentran varios enterramientos bajo una tajea construida en su momento para la canalización del agua. "Hay distintas fases de enterramiento en su organización con sentido este-oeste porque, según la tradición cristiana, cuando te levantas tras la resurrección lo haces mirando al punto del sol naciente, que es el símbolo de Cristo. Menos una, que es la más extraña en ese sentido, y que está cortando a las demás y tiene una orientación contraria", explicó Elena Taboada. Casares concluyó su comparecencia ante los medios recordando que desde Ramón María Aller Ulloa, su pariente, nadie había echo nada parecido en el entorno de Lalín de Arriba en aras a ampliar el conocimiento sobre la historia medieval de la localidad.