Cruce de caminos medievales, la actual Praza da Farola es el punto de referencia que marcó también el origen del actual casco urbano de A Estrada Así lo explica el historiador estradense Juan Andrés Fernández Castro. El director del Museo do Pobo Estradense y coordinador de la publicación de este, Miscelánea Histórica e Cultural, lleva muchos años investigando el devenir histórico de A Estrada y su población por afición y para elaborar la tesis de doctorado "Evolución demográfica del área estradense: 1650-2000" , a la que un tribunal internacional le acaba de otorgar la máxima calificación: sobresaliente "cum laude". Recoge solo una parte del ingente volumen de información que manejó y que le lleva a afirmar que A Estrada nació no solo de su condición de cruce de caminos, de su cercanía a Santiago y al Ulla sino también de los actos de la élite económico-política en ella afincada, que se confabuló en la que bautiza como "conspiración de la botica" para desbancar a Cereixo como sede del nuevo ayuntamiento primero, como nuevo punto de asentamiento de la antigua iglesia de Figueroa después y ya en 1860 mediante la transformación de Figueroa en la nueva villa de A Estrada y la absorción de las zonas urbanas de las parroquias de Guimarei y Ouzande.

Entrando al detalle de todo ello, relata Fernández Castro que el origen de A Estrada tiene un determinante geográfico clarísimo. "El fenómeno estradense sería inexplicable sin Santiago, el imán que atrae a la gente: enfermos por la medicina, estudiantes por la cultura, peregrinos por la religión y comerciantes que vendían en Compostela trigo, hortalizas y vino del Ribeiro procedente del Camiño dos Arrieiros", el Camiño da Geira e dos Arrieiros cuya existencia han apuntalado en los últimos años con una minuciosa labor los investigadores de Codeseda Viva (que hoy recibirán como reconocimiento a su labor un más que merecido Salmón de Ouro). También sería inexplicable sin el Ulla.

A Estrada surgió en un "cruce de caminos", en el que confluían uno procedente del Sur que se dirigía al Norte siguiendo la depresión meridiana y otro que avanzaba desde Oeste hacia el Este. Ambos confluían en A Farola. "Algunos autores dicen incluso que eran vías romanas", explica Fernández Castro. En cualquier caso, está claro que eran "caminos medievales" muy antiguos que en la Edad Media servían de límite entre las parroquias de Figueroa, Guimarei y Ouzande.

Teniendo en cuenta la línea que siguen hoy Peregrina y Calvo Sotelo -entre A Praza do Mercado y A Porta do Sol- todo lo que quedaba a la izquierda era la parroquia de Figueroa. El camino marcaba su límite con Ouzande y Guimarei. Entre estas, el límite lo establecían las actuales calles San Paio y Serafín Pazo. El terreno comprendido entre Calvo Sotelo y Serafín Pazo era Guimarei y el tramo restante -desde Serafín Pazo y la actual farmacia Fenollera- era Ouzande, de manera que los terrenos en los que se ubica hoy la Joyería Fondevila eran Guimarei y los que albergan el de la Óptica Fondevila eran Figueroa.

Cada una de esas tres parroquias pertenecía a una jurisdicción distinta: Vea, Tabeirós y Coto do Viso. Pero en la confluencia de las tres, en el cruce de caminos, se fundó ya en la Edad Media una feria. El continuo tránsito de viajeros lo convertía en "un lugar propicio para generar riqueza". La documentación disponible avala que dicha feria ya existía en el siglo XVII. Sin embargo, pasó el tiempo y la zona donde está hoy radicada A Estrada comenzó a brillar. En los siglos XVII y XVIII le debía su esplendor a las ferias y al tránsito de peregrinos, curas, arrieiros y, en general, viajeros que se dirigían a Santiago.

Los puentes de Pontevea, Sarandón y Ponte Ulla eran claves para ello. Los dos últimos se deterioraron y estuvieron derruidos gran parte de su historia. Hubo gran interés en que siguiesen así y en derruir el de Sarandón. Gracias a ello por allí solo se podía cruzar el río con barcas, y ello no era apto para carruajes ni para las recuas de mulas que portaban odres de vino. Los viajeros cambiaron de rumbo y la zona donde hoy se ubica A Estrada ganó más tránsito de personas, que comían y se hospedaban allí cuando pasaban en dirección al puente estratégico de Pontevea. Cereixo perdió el tránsito habitual de los "arrieiros" y el peso de lo que es hoy A Estrada se acentuó.

Así se explica que, pese a que la reorganización administrativa de España en provincias y ayuntamientos acometida en 1836 estableció el Ayuntamiento de Cereixo englobando las 51 parroquias actuales y, entre ellas, la de San Pelayo de A Estrada (antes Figueroa), la élite económico-política de A Estrada consiguiese que en solo tres años, en 1839, el Ayuntamiento de A Estrada sustituyese al de Cereixo.

Para entender por qué hay que tener en cuenta que esa élite estradense estaba integrada en gran medida por emigrantes retornados con dinero que habían comprado bienes de la Iglesia desamortizados y los tenían arrendados pero también que eran una élite políticamente potente que había ayudado al Gobierno a luchar contra los carlistas, enemigos declarados de la reina Isabel II. El Gobierno les quedó agradecido y a los integrantes de esa media docena de familias les otorgó puestos importantes en administraciones como la Diputación. Los miembros de esa élite se ayudaban entre ellos, estableciendo lazos matrimoniales y apadrinándose entre ellos. Disconformes con que el Ayuntamiento estuviese en Cereixo, se confabularon en la citada "conspiración de la botica" de A Estrada. Eran de tendencia liberal, como el Gobierno. Había conservadores carlistas. Acaparaban y mantenían el poder. Presionaron al gobierno y lograron defenestral al Ayuntamiento de Cereixo en favor del de A Estrada, entre 1839 y 1841.

No fue su único logro. Su objetivo eraconvertir al pueblo de A Estrada en parroquia de A Estrada. Y también lo consiguieron. En el XIX la originaria parroquia de Figueroa se convierte en parroquia de San Pelayo de A Estrada pero su iglesia seguía estando en Figueroa. Como a los "señoritos estradenses" les quedaba muy lejos el templo -radicado donde hoy está el cementerio- "le prendieron fuego" y, aprovechando que había que reconstruir la iglesia, trasladaron las piedras al solar donde después estuvo muchos años el Banco Simeón. Los vecinos de Figueroa estaban indignados pero nada pudieron hacer para evitarlo.

Tampoco los de Guimarei y Ouzande cuando pusieron sus ojos en la parte urbana de ambas parroquias para absorberlas en favor de la villa de A Estrada. Presionando, lograron absorber la parte urbana de Guimarei (que comprendía la zona de la villa que hoy alberga la Casa da Música y A Baiuca) y la de Ouzande (englobando ámbitos que hoy albergan el colegio Pérez Viondi, la Praza do Mercado o la residencia de mayores).

Las bases de la actual villa estradense quedaron definitivamente sentadas.