A finales de diciembre pasado, la asociación protectora de animales Peludos sen Fogar ponía punto y final a su actividad, tras cinco años de atención a perros abandonados en Deza. Esta iniciativa había sido obra de las hermanas Cristina y Estefanía Rodríguez, y en ese lustro consiguieron recoger a centenares de perros, recolocando a varios de ellos en familias adoptivas. En los últimos meses, dispusieron de una granja en A Baíña, en Agolada, donde atender a todos los animales abandonados, pero la falta de voluntarios forzó el cierre de esta protectora.

Sin embargo, el espíritu de Peludos sen Fogar sigue activo, de algún modo, puesto que su perfil en la red social Facebook, "Difusiones Peludos sen Fogar" la entidad continúa haciéndose eco de los perros y, en menor medida, gatos huérfanos que aparecen en las calles o aldeas de las comarcas. Las redes sociales fueron, también, muy importantes a la hora de buscarles un hogar definitivo a la casi docena de últimos perros que quedaban en las instalaciones de Peludos en Agolada a finales del año pasado.