El Concello de Vila de Cruces sale al paso de las críticas del PSOE durante la visita de la presidenta de la Diputación, Carmela Silva, a las instalaciones de Industrias Guerra. Los socialistas reprocharon al gobierno local las trabas para que esta empresas pudiese ampliar sus instalaciones y que, finalmente, acabó trasladando parte de su producción a Silleda.

Pues bien, el gobierno que encabeza Jesús Otero recalca que "los servicios técnicos y jurídicos municipales que tuvieron que analizar las propuestas de ampliación presentadas consideraron que éstas no se adaptaban a la legalidad, por lo que no podía ser otorgada la correspondiente licencia". Añade que el Concello tiene una disposición "total" a la hora de conceder de forma inmediata cualquier permiso o autorización que permita a Industrias Guerra o a cualquier otra firma de la localidad o de fuera, la ampliación de sus espacios o la puesta en marcha de un negocio, "siempre y cuando lo haga cumpliendo la legalidad vigente, cosa que el equipo de gobierno no puede obviar".

Además, pide a Carmela Silva que la administración provincial que representa "dé asistencia técnica y jurídica a los concellos y que promueva la emisión del informe técnico y jurídico favorable al proyecto de ampliación en cuestión, condición que, como sabe, es indispensable para poder otorgar la correspondiente licencia".

Promesas de los rivales

El ejecutivo local también hace hincapié en la paradoja de que diversos partidos políticos "se rifen el favor de una de las empresas más emblemáticas de nuestro municipio, ofertándole promesas de legalización incondicionales que no se pueden cumplir". Pregunta a sus rivales políticos si creen "que íbamos a ser tan suicidas como para denegar a Industrias Guerra o a cualquier otra empresa una autorización que legalmente les correspondiese". Insiste en que, si fuese posible otorgar la autorización para ese aumento de instalaciones siempre que estuviese dentro de la norma, el Concello crucero no iba a pensárselo ni dos veces.