Ayer por la mañana, Emilio Rodríguez echó en falta las placas solares, el pastor eléctrico y las 30 estacas con las que vigilaba sus vacas rubias en una finca próxima a su vivienda en Toiriz (Arnego, Rodeiro). No es la primera, ni la segunda vez que los ladrones aprovechan la complicidad de la noche para llevarse el pastor eléctrico. Hasta en cuatro ocasiones (tres de ellas, en una finca al borde de la carreteras) este vecino vio cómo su treintena de animales podría haber causado una desgracia por la falta de esta protección. En el anterior hurto, pudo recuperar el pastor gracias a que, como éste, también tenía microchip. El propietario contactó con agentes del grupo Roca de la Guardia Civil, que se acercarán para inspeccionar la zona y alrededores. Además, el afectado mañana lunes formalizará la denuncia en el Cuartel de Lalín. Calcula que el pastor eléctrico y todo su engranaje puede tener un valor cercano a los 350 euros.