Según el quinto Informe Axa de Robos en el Hogar, difundido el pasado verano, las cuatro provincias gallegas están entre las zonas con mayores niveles de protección de las viviendas ante cualquier robo, mientras que Toledo, Alicante y Tarragona son las que más incidentes registran. En Deza, la contratación de pólizas del hogar no ha experimentado un incremento notable en los últimos años, pero lo que sí detectan las aseguradoras "es un alza en la contratación de seguros para casas del rural que suelen funcionar como segunda vivienda o de fin de semana", indican desde una oficina de Mapfre en Lalín.

Años atrás, lo habitual era contratar un seguro solo para el hogar habitual, pero la recuperación económica y la concienciación ante los robos que suelen padecer casas de aldeas ayuda a formalizar estos sistemas de protección. No hay, sin embargo, un aumento notable en la instalación de alarmas, pese al 'bombardeo' continuo de anuncios en radio y televisión. Pero también es cierto que "aún quedan muchas viviendas en el rural sin asegurar, por la simple razón de que muchas son de piedra y nunca van a arder", explica Paula Beloso, responsable de seguros en Parque 7, en Silleda.

Hasta tres veces más caro

Desde las aseguradoras, insisten en la competencia cada vez más feroz que ejercen los bancos sobre su actividad. En el momento en que el cliente obtiene la hipoteca, el banco ofrece un seguro, "pero lo que le interesa a la entidad bancaria es la estructura, el continente de la vivienda" y no los muebles, libros, joyas o ropa que tiene el propietario o inquilino, como explica Antonio Ferradás, que trabaja para la compañía Allianz. Aclara que "no es obligatorio tener un seguro con el banco, pero éste puede atacar con que sube la cuota de la hipoteca si el cliente no firma la póliza con él", y de ahí que en muchos casos el cliente asuma un seguro que no cubre todas las prestaciones, o que en ocasiones sea más alta de lo que ofrecen las aseguradoras. Hasta el triple, en algunas ocasiones. Así lo cuenta Paula Beloso al hablar de los seguros de vida. "En cuanto el banco te concede un préstamo, te obliga a contratar un seguro de vida, que a veces llega a los 800 euros cuando nosotros lo ofrecemos por 200 ó 300. El préstamo, al igual que la hipoteca, no obliga a contratar el seguro con el banco", recalca esta experta, que trabaja para la compañía Axa. Y lo peor es que en muchas ocasiones el cliente ni se para a leer la cobertura que le ofrecen este tipo de seguros con las entidades bancarias. "Suele ser un seguro muy caro y con coberturas bajas". Y es raro, muy raro, que una persona decida tener dos pólizas de vida, una con el banco y otra con una aseguradora. "Eso solo ocurre con una persona con un gran poder adquisitivo o un capital muy alto", añade Beloso. En caso de que el cliente desee no renovar sus pólizas con el banco, debe comunicarlo como muy tarde antes de los 30 días de su caducidad y mediante carta.

E igual que sube la contratación de pólizas de hogar en casas del rural, también aumentan estos seguros de vida. "Las primas son bastante asequibles", apunta Ferradás, que además alerta de la posibilidad de abonar una póliza mes a mes, en vez de en un único pago. "Hay bancos que permiten esa posibilidad, pero a la larga el cliente acaba pagando una cuantía más alta con este pago recurrente". Y si en el seguro de hogar no podemos hablar de un perfil tipo de cliente, sí es posible hacerlo en las pólizas de vida. "Lo habitual es que el asegurado tenga de 40 años en adelante, cuando formalizas una hipoteca y tienes familia, o para cuestiones como asegurar el futuro de los hijos en caso de que ocurra algo. Es muy raro que la gente más joven contrate este seguro", señalan desde una de las oficinas de Mapfre en Lalín.

Migración de clientes

Ante la competencia que ejercen los bancos, a las compañías no les queda otra que reducir tarifas u ofrecer descuentos si se contratan distintos tipos de seguro. Pero esto no impide que una póliza, con el paso del tiempo, aumente su cuantía. ¿Por qué? Porque tienen que aplicar, como cualquier producto o servicio, la subida del Índice de Precios al Consumo (IPC). De ahí que sea frecuente la migración de clientes de unas aseguradoras a otras "en casi el 90% de los casos", calcula Paula Beloso, en búsqueda de la mejor póliza en cuanto a precios y prestaciones.

Más protección en segundas viviendas, más seguros de vida y muy puntuales aquellos que se atreven a tener un vehículo sin seguro. Dados los cientos de incidencias en la carretera con jabalíes, corzos y zorros, la cobertura por daños de fauna salvaje "ya es generalizada", apunta Paula Beloso.