El alcalde de Lalín, Rafael Cuíña, firmó esta semana el decreto mediante el cual se han amortizado anticipadamente la totalidad de los préstamos en vigor que existían con diferentes entidades financieras. Con esta decisión, que se incluye dentro de las medidas de gestión, racionalización y eficacia económica puestas en marcha desde el inicio de su mandato, el Concello de Lalín pasa a tener deuda cero.

El regidor municipal pone en valor la consecución de "un escenario económico diferente por completo al que existía en mayo de 2015", cuando se le debían a los bancos 5,4 millones de euros de dinero público. Partiendo de esa cantidad, y tras un descenso continuado y progresivo de la deuda durante los últimos ejercicios, el capital que quedaba pendiente de amortizar rondaba los 471.000 euros, que fue la cifra destinada a pagar los cuatro préstamos que aún permanecían en vigor con distintas entidades financieras y los dos pendientes con la Diputación Provincial de Pontevedra, así como los correspondientes intereses.

Una vez firmado el decreto, desde ayer mismo, el Concello de Lalín ya no tiene ningún capital pendiente de amortización. En este contexto, Rafael Cuíña muestra su total satisfacción por "los contundentes resultados" de la gestión económica desarrollada nos últimos años y destaca que "lo más importante es que a partir de este momento el Concello está libre de pagar intereses y está saneado y preparado para emprender importantes proyectos y atender las necesidades de la ciudadanía con plena solvencia, independientemente de quien gobierne después de las próximas elecciones municipales".

Además, la cantidad disponible en caja se sitúa alrededor de los 8 millones de euros, más del doble de la que había en junio de 2015. Con estas cifras, Cuíña subraya: "Finalmente, el Concello vuelve a estar por completo en manos de los vecinos y no de los bancos, con unas cuentas perfectamente saneadas, con las que puede competir en beneficio de los ciudadanos en un momento de evidente recuperación económica".