Los jugadores del Estradense se llevaron en la noche del pasado viernes una desagradable sorpresa. Durante el entrenamiento que realizaron en el Estadio Municipal de A Estrada alguien entró en sus vestuarios, llevándose carteras, dinero y tarjetas de crédito. El ladrón aprovechó que los vestuarios estaban abiertos durante el entrenamiento para colarse por el túnel, que recorrió sin que nadie se percatase de su presencia. Según explicaron testigos presenciales, inicialmente intentó entrar en el vestuario del primer equipo del Estradense, pero se encontró con jugadores todavía dentro. Después entró en el vestuario del Estradense B, donde realizó el robo. El presidente del Club Deportivo Estradense, Toño Camba, presentó en la mañana de ayer una denuncia en el cuartel de la Guardia Civil de A Estrada. En los últimos días también lo hicieron los jugadores a título personal.
El motivo de esta denuncia era dejar constancia ante las fuerzas de seguridad del suceso. De esta manera se podrá sumar a los sucedidos en los últimos días en otros campos de fútbol de la zona y todos con el mismo modus operandi. El fin de semana anterior se registraron robos durante partidos jugados en el campo Juan Amado, en Pontevea, y también en el campo de Cacheiras. Al día siguiente, el sábado, el robo se registró en el campo de A Ran, en Cuntis, durante el partido de veteranos que disputaron los equipos del Cuntis y del Raxó CF. Unos ladrones entraron en esas dependencias durante el partido y desvalijaron a jugadores de ambos equipos e incluso al árbitro.
Se llevaron dinero, tarjetas de crédito, documentación e incluso las llaves de algunos coches aparcados a la puerta. De hecho, no contentos con desvalijar el vestuario, también abrieron algunos de esos vehículos y se llevaron otros efectos existentes en su interior. El botín pudo superar los 800 euros.
En el caso del asalto realizado en el Municipal de A Estrada se desconoce el montante total del robo. Según explicó el entrenador del Estradense B, Marcos Piñeiro "Pacheco", hubo jugadores a los que les robaron en torno a cien euros y a otros menos. El técnico reconoció que, una vez conocido el robo, todo apuntaba hacia una persona que había despertado sospechas durante unos entrenamientos a los que acostumbra a ir gente. "Había un hombre sospechoso al que nadie conocía pero lo hizo muy bien. Estuvo viendo el entrenamiento e incluso bromeó con algún jugador", explica.
Esa persona habría entrado sin que nadie se diese cuenta por el túnel de los vestuarios, que se encuentran siempre abiertos para facilitar la entrada y salida de jugadores y personal del club. Primeramente abrió la puerta del vestuario del primer equipo del Estradense. Al encontrarse jugadores dentro les dijo que estaba buscando el cuarto de baño. Después probó en el vestuario del filial, donde no había nadie y pudo registrar las pertenencias. "Parece que lo tenía todo muy controlado porque entró justo en los veinte minutos que los dos equipos compartimos entrenamiento en el campo", argumentó Pacheco.
