Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Usuarios de la AP-53 alertan de restos de gravilla en el tramo de Lalín 2000 a Botos

Las pequeñas piedras se desprenden del firme y golpean en los vehículos -El problema se da en el carril derecho, que habría sido objeto de obras por los charcos en días de lluvia

La gravilla se desprende del carril derecho, que podría haber sido objeto de obras. // Bernabé/Ana Agra

La autopista que comunica la comarca dezana con la capital de Galicia no está entre las de propiedad estatal que más quejas registra al año. Así se constata, al menos, en los informes anuales que edita el Ministerio de Fomento. El último balance, de 2017, divulgado meses atrás, indica que durante esos 12 meses solo se presentaron un total de 13 reclamaciones.

Pero el funcionamiento de la AP-53 es manifiestamente mejorable y a los casos de cobros abusivos en las tarifas por supuestos errores en los sistemas de identificación de matrículas se suman otros más propios de la seguridad. Demasiado tiempo llevan los conductores soportando, en días de lluvia, como el carril derecho de la vía en todo el trayecto entre Deza y Compostela -en ambos sentidos- está impracticable por los charcos que se forman por una incorrecta evacuación del agua. Pues bien, usuarios de la autopista mostraban en el día de ayer su sorpresa por la presencia de gravilla -también en el principal carril de circulación- en el tramo comprendido entre las salidas del polígono industrial Lalín 2000 y la de Botos. Varios conductores señalaban que aparentemente en este carril se habrían acometido tareas de mantenimiento en la capa de rodadura, pero la gravilla que no fue recogida convenientemente o la que se desprende de la superficie no solo provocaba la alerta de los conductores, sino que también la molestia de ver como las minúsculas piedras impactaban contra sus vehículos.

Los carriles de circulación de la vía de alta capacidad propiedad del Estado y que gestiona la concesionaria, Autopista Central Gallega (Acega), siguen manteniendo dos tonalidades claramente diferenciadas. Las tareas de mantenimiento que ha acometido la empresa en los últimos tiempos parecen no haber sido demasiado acertadas, pues entre un gran número de usuarios sigue preocupando la seguridad en los días de lluvia.

La gestión que de la AP-53 realiza la concesionaria fue objeto, además de debate social, de político y desde la corporación municipal lalinense se exigió a Fomento que tomase medidas para que Acega velase por el perfecto estado de la vía, máxime cuando estamos hablando de una carretera de pago y con unas tarifas no precisamente accesibles para todos los bolsillos. La rebaja o supresión del peaje es ya casi un planteamiento onírico.

Iluminación

Otra de las demandas de los usuarios, también asumida por los políticos locales, tiene que ver con la inexistente iluminación que hay en las tres salidas que tiene la vía a su paso por el término municipal lalinense.

Compartir el artículo

stats