El informe de Medio Ambiente indica que a escala gallega, la cobertura forestal más abundante es la de especies caducifolias, al ocupar casi el 14% de la superficie, mientras que los cultivos y prados son los más representativos de la cobertura agrícola, con un 24% de la superficie.

La diversidad más alta, en cuanto a forestal, se concentra en el sur gallego, ya sea por la baja intensificación de la agricultura, por la marginación de la misma en zonas como las Rías Baixas o el Baixo Miño, o porque la orografía no es apta para las labores agroganaderas, como ocurre en la Ribeira Sacra. En el caso de las sierras surorientales, la pérdida de la cobertura agrícola se debe sobre todo al abandono del campo por el declive demográfico.

Pero aunque la masa forestal predominante sea la de caducifolias, a nivel gallego ocurre lo mismo que en Galicia Central: la superficie media de estas manchas de bosques está por debajo de la que presentan eucaliptos y coníferas, aunque el eucalipto ocupe solo el 7,6% de la superficie total de Galicia. Por poner un ejemplo muy extremo, en la zona de A Mariña y Baixo Eo, la media de las plantaciones de eucaliptos y coníferas rebasa las 90 hectáreas, mientras que la de las caducifolias no llega a 10. También es cierto que en este enclave las plantaciones pirófitas son las predominantes frente a especies autóctonas y repoblaciones forestales.