En Silleda funciona uno de cada dos bajos comerciales. El estancamiento que padece el sector comercial y, por tanto, el inmobiliario en tierras trasdezanas se remonta ya al inicio de la crisis económica, allá por 2008.

Jesús Caramés, de la inmobiliaria Parque 7, explica que "la caída del comercio no es tan notable como en Lalín porque la situación aquí lleva parada hace años. Noto que desde hace tiempo están en alquiler los mismos bajos, y que de vez en cuando abre algún negocio que no acaba de estabilizarse". En la oferta de locales comerciales en los cascos urbanos de Silleda y A Bandeira, están disponibles tanto espacios que en su momento tuvieron actividad como otros que aún están en obra. "Eso sí, hay muchos están listos para montar cualquier negocio" sin ningún tipo de remodelación. Los contratos de alquiler de bajos en Silleda suelen tener una duración de entre tres y cinco años, otra de las cuestiones por las que su arrendamiento se ralentiza, ya que en la actualidad es imposible pensar en un negocio a tan largo plazo, vista la situación del sector. Caramés es tajante a la hora de preguntarle si hay demanda de compra de bajos comerciales. "Nadie pregunta por ellos", apunta.

La caída del comercio trasdezano, que tiene que competir con el lalinense, el de A Estrada y el de Santiago, e incluso con el ourensano, no es la única que padece el sector terciario del municipio, porque el cierre de bares y locales de hostelería también fue una constante en los últimos años.