El balance de evolución de la siniestralidad vial que deja la Semana Santa, así como del número de infracciones de tráfico que se registraron en las carreteras de la provincia, demuestran que la accidentalidad más grave sigue ligada en muchas ocasiones a comportamientos imprudentes al volante que sigue costando erradicar entre un determinado número de conductores. Así, la propia subdelegada del Gobierno reconocía el jueves que del intenso control que efectúa la Guardia Civil de Tráfico para erradicar estos comportamientos en carretera se concluye que todavía "seguimos siendo imprudentes al volante".

Entre estos datos destaca, por ejemplo, el hecho de que en el primer trimestre del año en la Provincia de Pontevedra se registraran 1.138 alcoholemias positivas de un total de 62.900 pruebas practicadas, lo que supone un porcentaje de positivos bastante elevado de un 1,81%. Bajar del 1% en controles preventivos es uno de los objetivos de seguridad vial marcados para el año próximo. De estos 62.900 controles, casi 49.600 fueron en controles preventivos y 11.691 después de haber cometido alguna infracción o accidente. Sin embargo, uno de los datos más llamativos es el que se refiere a las drogas. El subsector de Tráfico realizó 240 pruebas con el narcotest en estos tres primeros meses del año y un 77,7% fueron positivas por consumo de drogas. Si bien es cierto que la realización no es tan aleatoria como en el caso del alcohol, el porcentaje es también ciertamente elevado. De hecho, por ejemplo en 2017 el porcentaje de positivos fue de un 41,3% cuando se practicaron 3.218 pruebas con el narcotest que arrojaron 1.332 positivos.

Larriba desgranó que en este mismo período de este año se produjeron más de 21.900 infracciones por exceso de velocidad, 558 infracciones por uso de teléfono móvil, 883 infracciones por no usar el cinto de seguridad, 1.370 en materia de alcohol y drogas, y 23 infracciones por no usar el casco. La subdelegada concluyó que "con todos estos datos tenemos que seguir haciendo un llamamiento a los conductores y conductoras de la importancia de respetar las normas de tráfico, no solo por la posible multa sino por su propia seguridad".

Los dos accidentes mortales

El hecho de que las imprudencias y los excesos al volante no solo se pagan con multas y puntos sino también con lesiones graves o la propia vida es la tipología de la accidentalidad que se registró esta Semana Santa. En líneas generales, este periodo vacacional se cerró con un descenso de un 41% en el número de siniestros que se produjeron en los viales interurbanos de Pontevedra. También los heridos leves cayeron un 45% respecto a 2018. Sin embargo la nota negativa llegó con las dos víctimas mortales que se registraron entre el 12 y el 22 de abril frente a ninguno en la campaña del pasado año. En total, dos muertos, dos heridos y dos fallecidos, en los 20 accidentes con víctimas que se registraron en este periodo (58 con daños materiales).

Centrándonos en el análisis de los dos accidentes mortales, detrás de los mismos aparecen algunos de los comportamientos imprudentes antes citados: velocidad, alcohol, drogas, distracción?, factores que acaban teniendo consecuencias dramáticas. Así, el primero de los siniestros, fue el que se produjo el día 14 en Marín, en la carretera EP1205 (la carretera de Aguete) por una salida de vía de un turismo tuvo como causas más probables, según la subdelegada, una velocidad inadecuada y una conducción distraída. El segundo siniestro mortal se produjo en la PO-548 a su paso por Catoira el domingo pasado, con una salida de vía de una moto que colisionó contra un poste. Larriba recordó que falleció la acompañante del motorista, mientras que este piloto, que resultó herido leve, circulaba bajo la influencia del alcohol y las drogas. Un dato que la subdelegada considera "muy importante".