La sala de vistas noble de la Audiencia de Pontevedra, utilizada habitualmente para albergar los juicios con jurado popular, se convirtió ayer en un aula en la que, además de hacer justicia, se impartió conocimiento.

Y es que entre el público que asistió a un juicio por secuestro que se celebró ayer en la Sección Segunda de la Audiencia de Pontevedra se encontraban alumnos de los institutos de secundaria Aquis Celenis de Caldas de Reis y As Barxas de Moaña, con el objetivo de que estos estudiantes pudieran conocer desde dentro el funcionamiento de los tribunales de Justicia. Y como para esto del saber no hay límite de edad, también asistieron al juicio como público alumnos del Programa de Mayores de la Universidade de Vigo. La participación de los alumnos de estos de estos institutos y de este programa universitario para mayores no se limitó al seguimiento del juicio como meros observadores. Finalizada la sesión, el presidente del tribunal Xosé Xoán Barreiro Prado, brindó a los estudiantes la oportunidad de que pudieran interrogar a las partes así como al propio tribunal.

Así, giraron las tornas y tanto abogados como fiscal pasaron de ser quienes interrogaban a acusados y testigos a ser preguntados por el público sobre su papel en el proceso penal. Por ejemplo, se interesaron por saber si un abogado se puede negar a defender a un determinado cliente, algo que es posible, salvo que se trate de un letrado de turno de oficio. También preguntaron por las consecuencias de mentir en un juicio como testigo. El magistrado les avisó de que es un comportamiento grave tipificado como delito.

Aunque el juicio al que asistieron todavía no ha finalizado y hay mucha prueba por realizar, el magistrado animó a los presentes a mostrar cual sería su veredicto con lo que escucharon hasta el momento. Hubo disparidad de opiniones y también mucha indecisión.