Un mes y una semana después del inicio de su rehabilitación, la Praza de Abastos de Lalín reabrió ayer sus puertas con mucha expectación y decenas de vecinos ávidos por conocer los resultados de la reforma. Pertenecen ya al pasado el suelo en tonos verdes y aquel techo, también en verde y blanco, que solo aportaba frialdad. Han dejado paso a paneles de madera, ladrillo cerámico y plantas artificiales.

Arropados por clientes, buena parte del gobierno lalinense y el candidato a la Alcaldía por el PSOE, Román Santalla, entre otros, los placeros dejaron claro que "hoy vemos cumplida una de nuestras mayores aspiraciones. Tras un intenso trabajo, tras mucho esfuerzo y también tras mucha ilusión, por fin contamos con unas instalaciones completamente renovadas", en palabras de una de los comerciantes del recinto, Isabel Cacheda. La mujer recordó que el mercado "llevaba años" insistiendo en la necesidad de acometer estas mejoras. Explicó que esta nueva imagen, "más moderna, más atractiva, más cálida y acogedora, que está a la altura de lo que el pueblo de Lalín se merece" sumará un plus a la "enorme calidad de nuestros productos". Este binomio ayudará a que los puestos activos ahora mismo "contribuyan de manera decisiva a convertir nuestro mercado en un referente no solo para nuestra villa, sino para el conjunto de la comarca".

Para que el Mercado de Abastos sea el motor comercial de Lalín, Cacheda apeló a que los clientes ejerzan de combustible. "Estamos convencidos de que desde hoy serán cada vez más las personas que se acerquen aquí para hacer sus compras, y de que esta plaza va a ser un eje de atracción que contribuirá a revitalizar y dinamizar el conjunto de nuestro tejido comercial". Cacheda terminó su discurso dando las gracias "a los que confiaron en nosotros, al Concello de Lalín por ser receptivo a nuestras demandas". En nombre de los placeros, quiso hacer una mención especial al edil de Comercio, José Manuel Fernández, "por estar siempre ahí, por su preocupación, por su esfuerzo y por su trabajo". No en vano el concejal, meses atrás, confesaba que la remodelación de este espacio comercial se había convertido en "una obsesión personal" desde su entrada en el gobierno, en septiembre de 2017.

Una vez rematado el discurso, los asistentes pudieron disfrutar de una sesión vermú amenizada por Carlos Quintá y Benxa Otero, dos de las muchas referencias musicales con las que cuenta el municipio. Los vermús y espumosos, gratuitos, estuvieron acompañados por las tapas que elaboró en vivo Diego López, del restaurante La Molinera. De sus manos salieron exquisiteces como mejillón de Galicia, cítricos y sopa de aromáticas; capuccino de grelos y queso Arzúa-Ulloa y ternera gallega asada y reposada de mostarda.

Así pues, tras unas semanas atendiendo a sus clientes en bajos vacíos en la rúa Rosalía de Castro o en una carpa en el Campo da Feira Vello, los placeros vuelven para reestrenar sus puestos. Son A Hortiña da Praza; Alimentación Saudable Riquiña; Carnicería Faílde; Carnicería Luis Otero; Frutas e Hortalizas Ángela; Mariscos Ramonita y Pescados Gómez. A ellos se suma el recién inaugurado Eroski City Lalín. Queda por acometer la puesta a punto de la planta inferior, vacía desde hace varios años.