Abril de 2014. A Estrada pone en marcha un sistema de aparcamiento con horario limitado que no tardaría en bautizarse como Zona Azul y cuyo principal cometido fue facilitar la rotación de aparcamientos para contrarrestar la falta de estacionamiento tantas veces acusada en la zona más céntrica de la capital estradense. Cuando se cumplen cinco años de esta apuesta, la Zona Azul llega ya a ocho calles, tiene alrededor de 10.000 discos en circulación y acumula peticiones de expansión -algunas de ellas llegadas del sector comercial- a vías como la avenida de América.
Fueron cinco las calles que estrenaron el aparcamiento con disco horario aquel 1 de abril de 2014: Justo Martínez, Castelao, Iryda, San Antón y Manuel García Barros. Desde ese día, se estableció, en el horario de funcionamiento de la Zona Azul, un tiempo máximo de estacionamiento de una hora y media, debiendo el usuario mover su vehículo a otra vía una vez completados los 90 minutos permitidos. En paralelo, comenzó a operar en esta jornada la Zona Verde, plazas específicamente reservadas a residentes. San Antón, Iryda y Manuel García Barros reservaron diversos huecos a este fin, en este caso sin límite horario y con la obligación del solicitante de vivir en este entorno del casco urbano y colocar debidamente en su vehículo la tarjeta de residente que autoriza este estacionamiento.
"El sistema funciona bien. Podría ser mejor si hubiese una máquina expendedora de tickets", reconoció ayer el edil Óscar Durán, impulsor de esta fórmula de aparcamiento rotatorio en el casco urbano estradense. Se apuró en añadir que esta inversión no es asumible y que el sistema actual opera pefectamente. "La gente respondió", continuó el concejal de Promoción Económica, que subrayó que ahora es relativamente fácil encontrar un lugar para aparcar si se desea realizar una compra o alguna gestión en la zona más céntrica de la villa.
Durán reconoció que hay épocas, quizás porque se intensifica el control -aclaró que la labor de inspección es continua-, en las que las sanciones se incrementan ligeramente, si bien reconoció que la población reacciona rápidamente a estos picos y vuelven a disminuir las multas Las sanciones más habituales se ligan a estacionamientos sin colocar el disco horario o a un exceso en el límite que marca este dispositivo. Estas multas se cifran en 80 euros, que pueden verse reducidos a la mitad por pronto pago.
Sin poder precisar cuántas multas se imponen -en términos medios- al año por un mal uso de la Zona Azul estradense, Durán Barros señaló que "no son muchas multas". Asumió que el primer año la puesta en marcha de este sistema hizo elevar, de forma global, las sanciones impuestas por la Policía Local si bien aseguró que en el segundo ejercicio "ya se redujeron muchísimo". "La gente se da cuenta de que el sistema está bien y lo respeta", apuntó.
Más discos
En cuanto a los discos distribuidos, el Concello puso en circulación en una primera tirada 5.000 unidades. Le siguieron otras dos tandas de 2.000 discos cada una y ahora se está sacando la cuarta tirada porque ya son escasos los discos horarios disponibles. Las tarjetas de residentes -calculan que habrá repartidas más de 250- van a demanda, comprobando en el momento de la solicitud el calle en la que reside el ciudadano y determinando si le corresponde aparcar en estos espacios reservados a residentes.
"Ahora es muy difícil no encontrar una plaza porque hay mucha rotación", incidió el concejal, que añadió al buen funcionamiento demostrado por este sistema la puesta en marcha de dos amplias superficies para el aparcamiento público en batería en el entorno del Novo Mercado y de la Casa das Letras, ambas zonas con una elevada demanda a diario.
