El sector porcino gallego se suma a las demandas de los ganaderos y de los cazadores en cuanto a la necesidad de un censo de población de jabalí, necesario para elaborar el Plan de Xestión, paralizado desde hace años.

Desde la ADSG Porcino de Silleda su presidente, Pablo Meijomín, muestra la preocupación de las explotaciones por la "expansión descontrolada del jabalí en nuestra comunidad". Añade que este animal no solo causa estragos en los cultivos y causa numerosos accidentes de tráfico, sino que ya está afectando a la seguridad de las personas, tal y como ocurrió la semana pasada en Ponteareas, donde un jabalí malherido mordió a tres vecinos.

El sector porcino indica que el principal riesgo económico del jabalí es que puede portar tanto la peste porcina africana como la tuberculosis. La peste porcina africana ya ha dado cientos de positivos en varios países europeos, y en Francia están tomando medidas como el vallado de 100 kilómetros de zonas fronterizas con Bélgica, e incluso el ejército ayudó en estas tareas así como en el trampeo.

Ante esta situación, los criadores de porcino reclaman a la administración con competencias en la materia, sobre todo a la Consellería de Medio Ambiente, la "inmediata elaboración de un censo de esta especie en Galicia". El sector considera que este documento aportará datos actualizados y fiables sobre el volumen de esta especie y, además, permitirá localizar a los ejemplares. Esto se convierte así en "una herramienta indispensable" para diseñar medidas de control y, en su caso, erradicar las poblaciones mediante actuaciones cinegéticas o de otro tipo. Meijomín recalca que para el sector al que pertenece la puesta en marcha de estas medidas es imprescindible para proteger la riqueza que supone este ámbito productivo, puntero a nivel nacional. No en vano, España es a escala mundial el cuarto productor y el tercer con más presencia en el comercio de productos de porcino, estando presente en más de 130 países. En caso de que un jabalí infectado entre por las fronteras y cause un solo positivo en las explotaciones de cerdos, habrá que sacrificar a todos los ejemplares de la granja, con la consiguiente pérdida económica no solo por el sacrificio de todos los ejemplares sino también por el lucro cesante.

Con el ánimo de minimizar los daños de esta fauna, ganaderos y cazadores están de acuerdo en mudar las políticas de caza y permitir la entrada en vedados y zonas de adiestramiento. Ven también necesaria la posibilidad de poder disparar a crías para que así la madre traslade la piara lejos de la zona. En la temporada pasada, todos los tecores de caza agotaron sus precintos de jabalí, incluso al ampliarlos.