Luces, cámara, acción. Son las tres palabras más conocidas de la industria del cine. Junto con el mítico toque de claqueta que marca el comienzo de cada toma, anuncian el inicio del trabajo de rodaje. Sin embargo, detrás del momento en el que el piloto de la cámara se tiñe de rojo hay mucho esfuerzo que no se ve. Todo un ejército de trabajadores se encarga de que lo que percibe el espectador en la pantalla sea, simplemente, magia. Una parte importante de este equipo son los maquilladores, los profesionales como la estradense Nerea Sánchez Carbón, a quienes corresponde un protagonismo esencial en la caracterización de los personajes.

A Nerea le gustó disfrazarse desde que era una niña. El Carnaval era su momento. Podía dar rienda suelta a su imaginación y, con un poco de allí y otro poco de allá, obrar una auténtica transformación. Quizás por ello siempre supo que quería encaminarse profesionalmente a un campo que le permitiese seguir disfrutando del placer de cambiar -desde un punto de vista físico y estético- a la gente.

Al hablar con esta vecina de Paradela, uno tiene la impresión de estar ante una de esas personas afortunadas que han podido hacer de su pasión su profesión. Nerea comenzó su carrera en la rama de peluquería y estética. Trabajó en un negocio unos tres años pero después decidió lanzarse. Buscó y encontró en el maquillaje para cine y producción audiovisual la horma de su zapato.

Aficionada desde muy joven al cine y al teatro, esta estradense apostó por la formación y, después, llegó el trabajo. Cortometrajes, producción para televisión y publicidad le están permitiendo, a sus solo 23 años, hacer sus primeros -y aplaudidos- pinitos en una industria que le apasiona.

Aunque asume que los comienzos son difíciles y que este ámbito profesional puede resultar más complejo para encontrar una oportunidad que en la rama de la peluquería y la estética, a Nerea se la percibe feliz en su convicción de ir abriéndose camino poco a poco con sus sombras y pinceles.

"Llegó un momento en el que solo quería dedicarme a esto al cien por cien", confiesa. Aunque reconoce que la caracterización es uno de los campos que más le gusta, esta estradense explica que en este trabajo hay también mucho maquillaje social. No podía ser de otro modo: no todas las películas requieren un zombie o una cara completamente magullada en la que pueda lucirse a gusto el maquillador. Sin embargo, con su labor, los personajes se remontan a otras épocas de la historia o se echan varios años encima -si el guión lo requiere- solo con sentarse un rato en el sillón.

"Me gustan los cambios radicales", confiesa esta maquilladora de A Estrada. Los hace extensivos al pelo. Señala que le gustan los desafíos y que caracterizar a un muerto viviente o convertir a un chico en chica, por ejemplo, es un desafío que la motiva. Si pudiese escoger, se queda también con las caracterizaciones que se remontan a los años 20.

En estos momentos Nerea está trabajando en la grabación de un capítulo piloto para una serie de televisión y también en diversos proyectos publicitarios. Además, esta estradense forma parte del equipo implicado en el último cortometraje como director del estradense Lucas Terceiro, Harper, una creación de ciencia ficción que está despertando gran expectación en redes sociales. "Tiene una pinta impresionante", avanzó Sánchez Carbón, que reconoció que fue "un placer" trabajar con todos y cada uno de los integrantes de este equipo.

Terror y acción

Esta vecina de Paradela se queda con el género de terror y las películas de acción. Explica que uno de los trabajos con los que disfrutó especialmente fue con las caracterizaciones de títulos como Guardianes del a galaxia, realizadas durante su etapa formativa.

La niña que disfrutaba transformándose cada Carnaval, que creció ayudando a que otros potenciasen su imagen en momentos señalados, vive ahora el sueño de ayudar a crear personajes que solo existen al otro lado de la cámara. En cada Luces, cámara y acción Nerea también puede contener la respiración y disfrutar observando cómo actúa ese héroe, villano o secundario que ella también ayudó a crear.