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Dos años de un sí a Casas Vellas que fue no

La exconselleira Mato anunció la aprobación provisional de un ENIL que fue tumbado ocho meses después -Medio Ambiente sigue sin desvelar su posición definitiva al proyecto

Panel de una actividad literaria en el bosque lalinense. // Bernabé/Javier Lalín

A finales de la semana pasada al Consello da Xunta aprobaba la declaración del río de pontevedrés de Os Gafos como Espazo Natural de Interese Local (ENIL), convirtiéndose así en el cuarto de Galicia. El gobierno gallego daba luz verde a la preservación de este cauce fluvial tras ocho años de trámites.

Este es el tiempo que lleva camino de cumplir la misma catalogación para la Fraga de Casas Vellas, en Lalín. Hace ahora dos años la exconselleira de Medio Ambiente Beatriz Mato avanzaba desde la tribuna del Parlamento de Galicia la aprobación provisional del ENIL a petición del Concello. La comparecencia de la representante del ejecutivo autonómico coincidía con la tramitación del expediente -que todavía puede ser consultado en la página web de la consellería- en el que se acordaba la aprobación "provisional por un plazo máximo de dos años" de esta figura administrativa, supeditada "como requisito imprescindible" al traslado por parte del ayuntamiento del preceptivo plan de conservación. En el acuerdo se indicaba que la gestión del espacio natural de Catasós correspondería al Concello, que su declaración provisional como ENIL no implicaba la inclusión de Casas Vellas en la Rede Galega de Espazos Naturais Protexidos o la asignación de recursos económicos por parte de la Xunta. La petición municipal fue trasladada por el ayuntamiento el 25 de noviembre de 2016 en base a un acuerdo plenario aprobado un mes antes.

El anuncio de Mato se producía incluso después de que su consellería -en un documento firmado el 13 de febrero de 2017 por la directora xeral de Patrimonio Cultural- alertase de que "recientemente" habían surgido dudas acerca del régimen aplicable al suelo incluido dentro del ámbito del propio ENIL. La incertidumbre tenía como protagonista el proyecto sectorial y de incidencia ambiental de la Línea de Alta Tensión (LAT) O Irixo-Lalín, de incidencia supramunicipal y aprobado en el Consello da Xunta en mayo de 2014. Así, se advertía que cabría la posibilidad de que concurriesen en el mismo ámbito la de suelo rústico de especial protección de infraestructuras y, una vez se produjese la aprobación del ENIL, la de suelo rústico de protección de espacios naturales. Finalmente, el 15 de noviembre de 2017, Patrimonio Natural tumbaba el proyecto, responsabilizando al Concello de no haber hecho los deberes, además de cuestionar seriamente el trabajo, que había sido contratado a una profesional pontevedresa tras descartar el gobierno local la oferta de colaboración de un biólogo lalinense. La Xunta culpó al ayuntamiento de no haber respondido a algunos de sus requerimientos y tampoco haber participado, con propuestas, en el período de exposición pública del proyecto. Asimismo, vino a decir que Casas Vellas no reunía los valores paisajísticos y medioambientales merecedores de ser catalogado como espacio a preservar, sin obviar la posición contraria de parte de los dueños de los terrenos afectados. En consecuencia, lo que en marzo de 2017 fue un sí al ENIL, en ocho meses fue un no.

A partir de ahí el departamento municipal dirigido por Celia Alonso anunció la presentación de un recurso de alzada. Este paso fue confirmado por la consellería, que al mismo tiempo advirtió de que un cambio de postura se antojaba complicado, una vez que solo tendría recorrido en caso de un error de bulto de la Xunta. La resolución definitiva, que en caso mantener la negativa al ENIL obligaría al Concello a reiniciar el proceso, estaba prevista para septiembre del año pasado. Pero transcurridos seis meses, nada ha trascendido en este sentido.

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