En Rodeiro por el momento no se editaron bandos animando a los vecinos a limpiar sus fincas. "El año pasado, estuvieron desbrozando hasta octubre", apunta el regidor, Luis López. Este concello contó con un par de ingenieros para diseñar ese Plan de Prevención de Incendios que exige el convenio entre Medio Rural y Fegamp. El documento será llevado en breve a aprobación plenaria y después pasará a Medio Rural, que podrá aprobarlo o solicitar cambios en el mismo.
Uno de los ingenieros responsables, Félix Martínez, indica que para identificar las zonas más peligrosas hubo que partir de la cartografía del PXOM, que permitió además dar con áreas protegidas. El documento identifica 123 núcleos rurales en los que los dueños de fincas en una faja de 50 metros deben limpiar estas parcelas, así como 42 viviendas aisladas. Fue, según indica el propio plan, el trabajo más arduo, porque hay que pensar en las decenas de granjas que existen en este municipio. Y es que las franjas secundarias incluyen no solo fincas y montes próximos a núcleos de viviendas o casas aisladas, sino también urbanizaciones, basureros, campings, gasolineras, parques, edificaciones en suelo rústico destinadas a personas y ubicadas a más de 400 metros del monte o instalaciones industriales a menos de 400 metros del monte.
El proyecto que maneja Rodeiro servirá para analizar la situación actual por parroquias y prever su evolución. Indica en que las zonas más afectadas por superficie son Santa Baia de Camba, Riobó y Negrelos. Sin embargo, al hablar de número de fuegos, lidera la lista Arnego. Esta previsión por parroquias da pie a una zonificación del territorio en función del riesgo de incendios y, por tanto, a prioridad actuaciones.
Al margen de las franjas o fajas secundarias de biomasa, la prevención de fuegos afecta también a las franjas primarias (las vinculadas a infraestructuras como autopistas o líneas de alta tensión) y a las terciarias (son pistas y caminos que formarán parte de un plan de cada distrito).
