El Concello de Vila de Cruces solicitará en los próximos días una ayuda al Grupo de Desarrollo Rural (GDR) para financiar una investigación arqueológica en el Castro de Sampaio, en la parroquia de Merza, en el entorno de la ruta de senderismo que une el monasterio de Carboeiro con la Fervenza do Toxa. Si se consigue esta subvención la empresa encargada de este proyecto será Argos. El alcalde del municipio, Jesús Otero, y la concejal de Cultura, Laura Rey, se reunieron ayer con el responsable de la empresa, David Fernández Abella, y con uno de sus arqueólogos, el cruceño Víctor García Piñeiro.

El coste de la investigación asciende a 11.000 euros y el Concello recalca que "será realizada solo en el caso de que sea concedida la ayuda por parte del GDR". Precisamente, las aportaciones de este ente están destinadas a proyectos de aprovechamiento turístico. "Esta intervención arqueológica pretende complementar la ruta turística que pasa por ese entorno", especifica Víctor García Piñeiro, arqueólogo cruceño de Argos. Ésta será la primera investigación que se hará sobre esta zona. "El yacimiento tiene un potencial bastante importante, lo vemos como algo que puede destacar a nivel arqueológico, pero no conocemos ningún tipo de intervención ni en el entorno ni en el yacimiento sobre el que pretendemos actuar nosotros". De momento, el grupo de arqueólogos de Argos, que si se lleva a cabo la investigación trabajarán en el mismo unas cuatro personas, parten de la base de datos muy parciales.

Romano o medieval

"En cuanto al contexto, creemos que el yacimiento puede ser de tipo romano o medieval, pero tampoco podemos descartar que haya una ocupación anterior de tipo castreño, eso lo sabremos una vez que hagamos los sondeos arqueológicos", explica García. Morfológicamente, todo apunta a una fortificación medieval. "Pero en arqueología puede parecer muchas cosas y después, ser otras, y allí aparecieron materiales que lo pueden vincular tanto al mundo romano como medieval, pero de momento son ideas que tendremos que justificar mediante la intervención".

Argos señala que el interés por este yacimiento se debe a que el yacimiento, dado su morfología, parece "muy exclusivo y excepcional porque parece que tiene varios niveles de ocupación a lo largo de la Historia". En cuanto a la duración de los trabajos, se prevé que duren unas dos semanas, pero primero tendrán que recibir todos los permisos, ya que el yacimiento está situado en una finca privada, también necesitan autorización de Patrimonio y si consiguen la financiación, la idea es que la actuación se realice hacia los meses de verano. El proyecto, tal y como indica García, también tiene como finalidad su puesta en valor. "Después, habría que colocar unos carteles para dar a conocer el yacimiento, ya que la investigación está orientada también a la divulgación para que la gente lo visite, nosotros tenemos en mente dar algún tipo de charla o una vez que vienen al yacimiento explicarles como se están llevando a cabo los trabajos, que avances tenemos, si ya lo situamos en un contexto determinado, más allá de lo que nosotros podemos intuir".