La carretera Nacional 550 en el tramo que discurre por la provincia de Pontevedra sumó ayer su séptima víctima mortal en menos de un año. Entre mayo de 2018 y la jornada de ayer, este vial, que vertebra la provincia y única alternativa sin peaje a la AP-9, sumó siete siniestros mortales con otros tantos fallecidos.

La última víctima de esta trágica lista es una vecina de Caldas de 41 años que ayer perdió la vida al colisionar el coche que conducía contra un camión en uno de los lugares más problemáticos de este vial, el tramo que discurre por Cerponzóns, justo antes de entrar a Pontevedra. Fomento ya señaló lugares de elevada siniestralidad en los kilómetros 111 y 115. El accidente de ayer se produjo sobre las 13, 15horas precisamente en el kilómetro 112,9 a su paso por el lugar de San Vicente de Cerponzóns. El coche que conducía esta mujer y que circulaba en dirección a Caldas impactó frontalmente con el camión que se dirigía hacia Pontevedra.

De inmediato se movilizó a los bomberos de Pontevedra, dado que la víctima quedó atrapada en el interior del amasijo de hierros al que se vio reducido el vehículo, pero sin embargo ya se les indicaba en el aviso que las heridas que presentaba eran incompatibles con la vida, por lo que se cree que falleció en el acto. La Guardia Civil de Tráfico se desplazó al lugar para dirigir el tráfico mientras que se procedía a la excarcelación del cadáver y ahora se investigan también las causas del siniestro, aunque se baraja que pudiera tratarse de un despiste. El conductor del camión, que resultó ileso, dio negativo en la prueba de la alcoholemia.

También en Cerponzóns, en julio del pasado año, una mujer de 71 años perdió la vida en una salida de vía de un vehículo en el lugar de Tilve.

La asociación de vecinos O Chedeiro, de Cerponzóns, se hizo eco ayer de este nuevo accidente para denunciar la peligrosidad de esta carretera a su paso por la parroquia pontevedresa. Aseguran que este vial, a su paso por esta parroquia, es uno de los que suma una mayor concentración de accidentes, junto a la AP-9 y la A-55 y recuerdan que ya trataron esta cuestión con la subdelegada del Gobierno, Maica Larriba, en una reunión el pasado diciembre, para que le transmitiese su preocupación a Fomento.

En ella le trasladaron diversas peticiones para mejorar la seguridad en la zona, como la construcción de pasos elevados, o la construcción de al menos dos rotondas con el objetivo de calmar el tráfico y las velocidades a las que se circula por este tramo. Una de ellas sería en el cruce con el vial que atraviesa Alba y conecta con la carretera de Vilagarcía. La segunda en el acceso al campo de fútbol, dado que son "muchísimos los automóviles y autobuses que acceden a esas instalaciones".

Piden también una media rotonda en el entronque entre el tramo antiguo de la carretera y el nuevo vial donde está situado Ponte Malvar, entre otras medidas, como la instalación de algún semáforo, "cambios de indicadores mal situados" o la retirada del quitamiedos de Ponte Malvar.

El vial con más fallecidos

Los datos les dan la razón. El año pasado la Nacional 550 fue la carretera de la provincia que sumó más muertos. Cinco víctimas en 2018 a las que hay que sumar otras dos más en lo que va de 2019. A estos hay que sumar tres heridos graves y tres leves. El segundo vial más conflictivo en cuanto a mortalidad fue la AP-9, con cuatro fallecidos en 2018. El resto de las carreteras sumaron una muerte cada una hasta el total de 23 el año pasado en Pontevedra.