Es fruto de la absoluta casualidad pero no deja de ser curioso. No es una cuestión de familia ni tampoco de partido. Por capricho del azar, en los últimos doce años dirigentes y candidatos al gobierno de A Estrada tienen el apellido López como denominador común. No forman parte de ninguna saga y ni siquiera militan bajo las mismas siglas. De hecho, estos López han llegado al poder para dirigir los destinos de A Estrada desde las filas del PSOE, PP o BNG. Quizás, aunque sea un apellido muy común, imprima carácter para la política estradense.
La historiadora María Jesús Fernández Bascuas publicó en 2004 en A Estrada. Miscelánea Histórica e Cultural (Museo do Pobo Estradense) un artículo en el que hacía un repaso por los distintos alcaldes estradenses, una relación de las personas que, desde el año 1840 en que A Estrada nace como ayuntamiento, ocuparon el sillón de la Alcaldía. En esta lista de 67 regidores municipales -algunos se repiten a lo largo de todos estos años- no figura ningún dirigente con el apellido López.
Sin embargo, este apellido pasó a ligarse a los mandatarios del municipio con la llegada del bipartito PSOE-BNG, en al año 2007. En este mandato fueron, en realidad, dos los dirigentes locales que tenían en común este apellido, uno socialista y otro nacionalista: el alcalde José Dono López y la primera teniente de alcalde Raquel López Doce. Quiso entonces la casualidad que en una corporación integrada entonces únicamente por tres fuerzas -PSOE. PP y BNG-, el portavoz de la oposición (PP) también se apellidase López: José López Campos. Él mismo se encargaría de mantener el apellido en el gobierno local, llegando a la Alcaldía tras las elecciones de 2011 y conservando el puesto después de las de 2015.
A las puertas de una nueva cita con las urnas para escoger alcalde, un nuevo López irrumpe en la escena política local con la pretensión de alzar el bastón de mando después del 26 de mayo. En este caso, el destino se marca una broma, si se atiende al segundo apellido del joven candidato del PSOE: López Bueno.
La saga Otero
La relación de alcaldes que ofrece el artículo de Fernández Bascuas permite comprobar cómo en otras épocas históricas la Alcaldía también se ligó durante tiempo importante a un determinado apellido, si bien en muchos de los casos de otros años por una cuestión de vínculos familiares. El apellido Otero era todo un valor como aspirante a alcalde estradense en el siglo XIX. El primero en inaugurar esta saga fue Ramón María Otero, procedente de la parroquia de Riobó y alcalde durante al año 1842. En 1843 llegaría a este cargo Manuel Otero, de Ribeira, donde poseía un pazo y tenía la explotación de las barcas de Sarandón para cruzar el Ulla (en base a lo recogido en el referido artículo). Se hizo cargo de la presidencia en 1843.
En 1877 tomó posesión como alcalde otro Otero, Gumersindo Otero García, dueño del Pazo da Mota, en Riobó e hijo de Ramón María Otero. Cesó en 1881, para ser nuevamente alcalde en 1886, aunque renunciaría al año siguiente por cuestiones de salud. No obstante, volvería a ocupar cargos de responsabilidad como diputado, Gobernador Civil de Ourense o presidente de la Diputación (1902).
En 1888 el comerciante de Santeles José Otero Carbia llegaría a la Alcaldía, cesando en 1890 y siendo relevado en el cargo por otro Otero: Jenaro Otero Vinseiro, abogado, que cesaría al año siguiente, continuando el gobierno con otro Otero: Ramón María Otero Estévez, de Riobó. Jenaro Otero volvería en 1904 y hasta 1906, momento en el que entra en la Alcaldía José Otero Carbia, permaneciendo en el cargo hasta 1914. El apellido Otero regresaría a la presidencia municipal en 1934, con el abogado Arturo Otero Ulloa.
La historia del Concello de A Estrada reserva otros apellidos con tirón para la Alcaldía, caso de los de Paseiro, Campos, de Silva o Durán.
La relación de alcaldes estradenses que abre el abogado de Tabeirós Joaquín María Gómez en 1839 guarda también otro apunte importante. Desde ese año hasta el día de hoy únicamente figura una mujer en el sillón de mando: Elvira Fernández Díaz, que tomó posesión en junio de 1987 y cesó en 1991.
