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Lucas Terceiro: "El audiovisual te permite meter en un trabajo parte de lo que eres y viviste"

Está inmerso en el montaje de un nuevo y esperado cortometraje, "Harper"

El estradense Lucas Terceiro, durante un rodaje.

Se ha metido en la cocina y todos los ingredientes que combina apuntan a un plato con estrella. Aunque los aperitivos para ir abriendo boca lanzados a través de las redes sociales provoquen que a más de uno se le haga la boca agua, el estradense Lucas Terceiro se ha decantando por cocinar con mimo y a fuego lento su última creación, el cortometraje Harper. El guión es suyo y la dirección, también. Borja Varela es director de producción y Lía Chacón y Fernando Tato los productores ejecutivos. Su idea es poder presentarlo en abril. Dejen sitio para el postre.

-Se dice, se cuenta, se rumorea que está atrapado por un nuevo proyecto audiovisual y en plena ebullición del montaje de Harper. ¿Qué está cocinando?

-Estoy muy ilusionado. Primero, porque es un guión mío. Hace seis o siete meses que comencé a escribir, en un tono quizás novelístico, y se me ocurrió que se podía guionizar para un corto. Era para presentar al Panic pero, por trabajos y problemas de fechas, no pudimos rodar a tiempo y nos lo tomamos un poco más con calma. La cuestión es que es un corto de ciencia ficción que, junto con el terror, son los géneros que más me gustan y me atraen. Estoy entre los nervios de saber lo que tengo entre manos, de que la gente que estuvo en el rodaje dijo que puede ser muy cañero; yo sé que todas las piezas que tengo son geniales por separado? Fernando Tato está espectacular; el sonido está en manos de Pablo Viña y Jorge Castro y contamos también con la actriz Desiree Pillado, la música la hace Adrián Solla, el maquillaje Nerea Sánchez.... Tengo un montón de piezas que por separado son increíblemente buenas y a ver cómo funcionan al juntarlo pero puede salir un producto muy bueno. Es una producción que dirijo yo, que no es como Alicia, que era más casero. Está bastante elaborado. Lleva algo parecido a efectos especiales, varias cosas nuevas y otro punto de calidad en las producciones que hice hasta ahora como director y estoy un poco nervioso por ver si funciona.

-Están en pleno montaje.

-Sí. Lo rodamos el 19 de febrero y el montaje lo tengo un poco parado porque, como me está gustando tanto y no soy capaz de meter tijera, tuve que parar para desintoxicarme un poco de mi propio proyecto. Como sale de mi cabeza, no sé si es por amor platónico o embobamiento de padre...

-¿Qué fechas baraja?

-Pues no lo sé, la verdad. Al principio pensamos en presentarlo al Panic, que no llegamos. Después al festival de Cans, que tampoco llegamos y Pablo Viñas me recomendó no hacerlo apurado, mimarlo, cocinarlo a fuego lento y que salga cuando tenga que salir. Decía que probablemente sea un diamante en bruto que haya que pulir demasiado para encontrarle el brillo. Como no sabemos lo que hay entre manos, mejor hacerlo con calma. Me gustaría tenerlo para abril y entrar en el circuito de cortos de verano. Lo que sí quiero es estrenar

-Está generando mucha expectativa.

-Sí, haciendo las pruebas de maquillaje, se subieron algunas fotos a las redes y llegamos a los Mestre Mateo y ya nos preguntaban por esto

-Sabemos que es ciencia ficción pero ¿cuál es el hilo argumental? ¿Qué puede avanzar?

-Álex Harp es un comandante que se despierta después de dos años de criosueño en un viaje espacial en el que él es el piloto de una nave que va cargada de colonos a colonizar otro planeta. El tema es que, cuando estás en el espacio, no solo te enfrentas a dirigir bien la nave, a controlar los niveles de oxígeno o las trayectorias, sino a ti mismo, a la soledad, a sobrellevar este tipo de viajes y controlar tus paranoias. La cosa empieza a descontrolarse un poquito cuando él piensa que no está él solo despierto en la nave.

-¿Duración?

-Andará entre los 10-12 minutos de corto.

-En los últimos años ha dado un giro importante en su carrera profesional, pasando del diseño gráfico a centrarse más en el ámbito audiovisual. ¿Por qué este cambio de rumbo?

-La cuestión es fácil. El diseño gráfico es algo que me sigue encantando a día de hoy -todavía me encargo a día de hoy de varias cuestiones- pero sí que es menos gratificante. No a nivel de reconocimiento. Eso me da igual. Pero sí me gusta que mis obras se vean. Desde pequeño me gustó la ilustración, fui músico, me gusta mucho el cine... considero que tengo una vena artística que no soy capaz de sacar con el diseño gráfico o que, por lo menos, no se reconoce. Y con esto sí. Tengo una parte audiovisual que es estrictamente profesional y esta parte que es exclusivamente de ficción. Te permite libertad creativa 100% y te permite meter tus vivencias, experiencias, manías, fobias... dentro de un trabajo. Puede salir con mayor o menor claridad, la gente puede entenderlo mejor o peor, pero sí ves que dentro de una obra va parte de ti, de lo que tú eres o viviste. Lo que me interesa es que cuando alguien ve una obra sepa que la hice yo. Dejar una huella de todo lo que tiene que vomitar un artista, o de todo lo que tengo que vomitar yo como persona, dentro del trabajo que realizo. El diseño gráfico es más complicado porque, no deja de ser arte, pero más comercial; más que llevar tu propio sello tiene que llevar el sello del cliente que te contrata.

-En el audiovisual es fácil reconocer su sello. Tiene una impronta muy marcada.

-Sí, me lo dicen mucho. Noto que los trabajos que hago, aparte de que llevan mi "sello", la gente lo está reconociendo. El primer bloqueo que me ponen es que no sea tan videoclipero. Me gusta el ritmo, el grunch, que tenga un toque animado. El sello que tengo yo, aparte de la imagen, de componer los encuadres, sobre todo se nota mucho en los montajes. Le doy muchas vueltas. Para delate y para atrás. Son sutilezas que te hacen ver que ahí está el cambio. Itento no tirar a lo no canónico. Tienes una historia y la puedes contar de mil maneras distintas. Yo suelo no contar el medio, contar el principio y contar el final. Hay que buscar la manera de que todo lo que sucede en el medio sea una elipsis y que todo el mundo la imagine en su cabeza.

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