El Concello de Lalín acometerá un proyecto de recuperación de tres de los elementos de mayor relevancia patrimonial, histórica y atractivo turístico del municipio: la estatua de Joaquín Loriga, el monumento a Ramón Mª Aller y del crucero de Moneixas que en 2015 fue dañado por un temporal. El edil de Obras, Francisco Vilariño, informa de que el ayuntamiento cuenta con los permisos de Patrimonio para acometer esta actuación que se pondrá en marcha tan pronto como la resolución de la subvención sea favorable.

En primer lugar, el monumento al aviador Loriga presenta un estado de conservación estable pero estéticamente muy mejorable al verse desvirtuado por la amplia cantidad de suciedad y colonización biológica de plantas y musgo. Los elementos metálicos de la estatua también se encuentran en buena medida deteriorados por los mismos factores. Las causas de la degradación son consecuencia de factores intrínsecos al propio material pétreo, así como a otros externos como la climatología. La propuesta contemplará trabajos de limpieza y de tratamiento del material. La limpieza se llevará a cabo primeramente mediante actuaciones mecánicas con la utilización de cepillos, aspiraciones, retirada de plantas o líquenes y luego se atacará la suciedad y las concentración difíciles de elimina, con agentes químicos. Finalmente se corregirán los boquetes y fisuras del monumento con la aplicación de mortero. El monumento a Loriga fue creado por Francisco Asorey en el año 1933 y se encuentra en la Praza da Torre. Es, destaca el edil, uno de los símbolos más conocidos y apreciados por los lalinenses, así como uno de los atractivos principales de la villa para los visitantes.

El monumento a Ramón Aller situado al lado de la iglesia, se encuentra en una situación de conservación similar al de las estatua de Loriga, con presencia de líquenes y suciedad provocada por la colonización biológica del granito que lo conforma. También hay suciedad provocada por excrementos de aves y se observa una capa de suciedad provocada por la humedad y la polución atmosférica. Las tareas de restauración también serán similares a las que se llevarán a cabo en Loriga, con la ejecución de trabajos de limpieza mecánicos y otros con la utilización de agentes químicos que permitirán la eliminación de todos los restos. Asimismo, en el caso de encontrar fracturas o zonas debilitadas durante la intervención se acometerá su solución con la aplicación de productos adecuados y afines a la piedra. Además, también se restaurarán los elementos metálicos presentes en la base de la escultura. Esta pieza también fue esculpida por el maestro Asorey e inaugurada en el 1960.

La última reparación contemplada en el proyecto afectará al crucero de Santo Adrao de Moneixas. Se trata de un bien de valor patrimonial y histórico datado en el año 1963 al que le falta el capitel y la cruz por los efectos de un temporal de viento que en 2015 derribó sobre el mismo un árbol, ocasionando daños en el elemento religioso. La propuesta de restauración pasa por la ejecución de trabajos de limpieza y consolidación de la piedra en las áreas fracturadas y, finalmente se realizará la adhesión de los elementos dañados mediante mortero. El concejal informó que las tres actuaciones tienen un presupuesto de ejecución de 29.600 euros y serán acometidas por expertos en restauración.